“Básicamente nos conocimos por los fermentos”, dice Gisella Torrilla y ríe. Son casi las 4 de la tarde y estamos en el faldeo del Cerro Viteau, un pequeño bosque que a muchos les recuerda a El Bolsón. La joven junto a Andrés Gutiérrez, su pareja, recibe a ADNSUR para contar un poco sobre su proyecto y su estilo de vida. 

Gisella y Andrés son los creadores de Cocina del Bosque Viteau, un emprendimiento de productos nativos orgánicos que ellos mismos elaboran. En ese lugar fabrican desde cerveza hasta gaseosas orgánicas (Kombucha), kimchi, chucrut y un vermú de lavanda; un recorrido de sabores en un lugar con aires cordilleranos.

Por estos días, la pareja se prepara para su primer patio de noviembre, un encuentro donde combinan gastronomía orgánica con naturaleza al borde del cerro que bordea Kilómetro 3.

“Lo que hacemos en el bosque es comida vegetariana, vegana y con fermentos, pero no cocinamos nada de carnes”, explica Gisella a modo de instrucción. “Nos nutrimos del bosque”, cuenta Andrés y detalla algunos de los productos que elaboran: “Hacemos fernet con lavanda, cerveza de membrillo, un vermut con flores de acá y fermentos”. 

Gisella y Andrés se conocieron hace cuatro años por un asado vegano. Ahora elaboran productos y comida vegana, gererando un espacio para este tipo de alimentación.

LA MAGIA DEL BOSQUE

Gisella y Andrés están convencidos de que las energías se encuentran solas. En su caso, se conocieron hace casi cuatro años gracias a un asado vegano que él organizó en el bosque. Los fermentos, la microbiota, los procesos de cada uno en torno a la alimentación y la vida misma los llevaron a conectar y poco a poco fue fluyendo el vínculo. 

Por ese entonces, ella ya se había recibido de chef en el ISGH y trabajaba en una cocina tradicional haciendo en paralelo sus primeros experimentos con fermentos y el emprendedurismo. Andrés, por su parte, tenía una empresa contructora, cocinaba cerveza y cada tanto abría un patio junto a sus amigos aprovechando el entorno que ofrecía el bosque y el impulso que les dio haber participado de la Expo Turismo 2018 con Cerveza Vitae. 

Como cuentan, enseguida conectaron y poco a poco fueron experimentando más en el mundo de los fermentos y el veganismo. Hasta que un día a Gisella le hizo un click y decidió dejar la cocina tradicional. 

“Un día dije, ‘no puedo estar en un lugar y estar cocinando algo que no estoy consumiendo’. Así que dejé de trabajar en el restaurante y comencé a emprender junto con él en abrir los patios y la cocina. Yo empecé a cambiar mi alimentación por un tema de salud. Tenía el colesterol alto, me alimentaba mal y comía a cualquier hora. Investigando me llevó a experimentar con los fermentos pero terminó modificando toda mi vida, mi manera de cocinar y mi manera de pensar”.

Gisella es chef, trabajó en cocinas tradicionales pero luego que se hizo vegana decidió no seguir cocinando aquello que no consumía. Ahora se dedica 100% a la comida vegana.

La idea de la pareja era “tirarle una soga a los veganos y vegetarianos”, poder abrir un espacio de alimentación consciente donde se sientan incluidos. Es que ellos, en primera persona, muchas veces sintieron lo difícil que es ser vegano en una sociedad donde prima la cultura de la carne y el pescado. Así, más de una vez se encontraron en un resto comiendo papas con sal por ser el único alimento adecuado a su modo de vida. 

Por eso, cuando abrieron Cocina del Bosque Viteau buscaron generar un espacio distinto, consciente, inclusivo y que permita salir del automático. “Queríamos que la gente venga a interactuar con la naturaleza, sacarse esos prejuicios, el automático, y que pueda interactuar con quien está cocinando su comida, porque yo cocino afuera en el hornito”. 

Gisella asegura que “el hablar, el conversar es lo bonito del bosque, porque creemos más en lo íntimo. Acá la gente llega con un propósito, tal vez comer mejor, beber mejor, porque todo se hace a conciencia, y la gente viene acá con ese propósito de disfrutar la naturaleza, muchos dicen que vienen a El Bolsón”. 

La pareja atiende a sus propios comensales. No hay mozos ni lujos, solo árboles frutales, un par de mesas y un entorno único que invita a disfrutar de los fuegos y el aire libre. “Es como todo muy amoroso”, dice Gisella. 

Cerveza tirada artesanal, tragos y comida en un pequeño bosque comodorense es la propuesta de esta pareja vegana que buscó genera un espacio inclusivo.

COMER EN FORMA SALUDABLE

Respecto a los platos, todo es vegano, desde la hamburguesa hasta el chorizo que crearon en Comodoro Conocimiento y hoy venden a locales naturistas. También el seitán que se puede convertir en bife asado o cocinar como si fuese un matambrito a la parrilla. “Cuando lo comés es proteína, un reemplazo de la carne”, explica Andrés.

Giselle y Andrés aceptan que quienes más entienden la concepción de este tipo de alimentos son las personas que necesitan sanar por salud, los que están despiertos o los que están en contacto con la naturaleza”. Pero lejos de lo que muchos pueden pensar, en una sociedad amante del asado de res y cordero, aseguran que cada vez más gente se anima a probar este tipo de alimentos. 

“Cada vez hay más gente que se anima a probar otras cosas nuevas como los fermentos que tiene otros aromas, más intensos, pero la gente se anima porque hay cosas nuevas y ve cómo el cuerpo también se hace más saludable, porque los fermentos ayudan mucho a la microbiota si tenés problemas gastrointestinales, si tenés gastroenteritis, constipación, estreñimiento”.

La kombucha es la estrella de la casa. Se trata de un té fermentado que beneficía la salud digestiva.

Su emprendimiento no tiene días ni horarios, y el único obstáculo muchas veces es el clima. Por eso cada patio surge cuando fluye. “Casi siempre se define en semana. No es que se te ocurra venir un viernes y venís. No, nosotros organizamos todo el evento, desde que sale la publicidad hasta que terminamos y siempre estamos sujetos al clima. Siempre estamos revisando y si podemos metemos un patio cervecero”. 

En el lugar se puede encontrar de todo. Desde sandwichería, choripan, hamburguesa vegana hasta tres estilos de papa: una vegana y dos vegetarianas. “Tenemos una papa que tiene queso de papa con hongos, cebolla fermentada; papa con alioli de zanahorias fermentadas, mayonesa casera con aceite vegetal; y una papa de salsa de queso con diferentes quesos”, enumera Gisella.

Para quienes se animan a probar, también hay vinagres a partir de kombuchas, una madre vinagre de uva natural, yogurt probiótico de leche de coco o de almendra o tomates cherry fermentados.

Es que, más allá de todo su objetivo, es fomentar otro tipo de alimentación. “Queremos brindarle a la gente que es como nosotros, o aquellos que quieren probar cosas nuevas, salir de la rutina, del automático, que encuentren cosas naturales, caseras, hechas más a conciencia, porque nosotros todo lo que hacemos lo consumimos. Queremos que sepan que hay otras oportunidades para aquellas personas que no consuman carne, que puedan venir acá y disfrutarlo, disfrutar del lugar en nuestro pequeño bosque”.

En Cocina del Bosque Viteau todos los productos son veganos.

La pareja tiene pensado continuar con su bosque en un local de Carrero Patagónico, en el barrio Juan XXIII. Ya instalaron la cervecería y a futuro piensan abrir un local comercial. Por lo pronto, ponen toda la magia en el bosque, aquel lugar donde los árboles de cerezos, duraznos chinos y árboles con historia, dan vida a un entorno ideal para conectar con la naturaleza desde el lugar hasta los alimentos.

Ampliar contenido
Del Instagram de cocinadelbosqueviteau
ADNSUR está certificado por CMD Certification para la norma CWA 17493 de JTI, octubre 2024-2026. Ver más
¿Querés mantenerte informado?
¡Suscribite a nuestros Newsletters!
¡Sumate acá 👇🔗!
Recibí alertas y la info más importante en tu celular

El boletín diario de noticias y la data urgente que tenés que conocer