Armando Tula, Dario Achaval y Cristian Vera, los profesores-padres que educaron y formaron a centenares de comodorenses
A través de su pasión por el deporte, el experimentado entrenador de fútbol, el reconocido director de Kick Boxing patagónico y el único docente hombre graduado en Comodoro Rivadavia, han dejado un legado imborrable en cientos de deportistas. Sus enseñanzas apuntaron a una filosofía de vida que marcaron profundamente a todos los que han tenido el privilegio de aprender de ellos.
El Día del Padre es mucho más que regalos y reuniones, es la oportunidad perfecta que permite reflexionar sobre el impacto que han tenido las figuras paternas en el camino de nuestras vidas.
Un padre es aquel que guía con su sabiduría, aciertos y errores, pero prevaleciendo el incondicional apoyo que incentiva a lograr esa inspiración de ser mejores persona día a día. En esas acciones cotidianas, el privilegio de tener ese sentimiento de amor inquebrantable, invita a valorar todos aquellos momentos que han sembrado los corazones. Pero también hay excepciones.
Las figuras paternas no siempre se limitan al ámbito familiar. A veces, el apoyo y enseñanzas valiosas pueden aparecer en personas que, sin tener un lazo de sangre, se convierten en verdaderos pilares en el crecimiento personal de cada individuo.
Tomando como referencia la anterior descripción, en Comodoro Rivadavia centenares de hombres y mujeres encontraron en Armando Tula, Darío Achaval y Cristian Vera una figura que les mostró un camino y les dio el envión necesario para enfrentar los desafíos de la vida.
ARMANDO TULA Y LA NUEVA GENERACIÓN DE COMODORO
El 4 de enero de 1997 nació el club Social y Deportivo Nueva Generación, con la noble misión de promover el desarrollo humano a través del deporte y brindar a la comunidad un lugar de encuentro y contención.
Hablar de Nueva Generación es sinónimo de familia. Armando Tula, uno de los fundadores de la institución establecida en el barrio Abel Amaya, habló con ADNSUR sobre la meta de la entidad albinegra, más precisamente, sobre la formación de personas que han desfilado durante casi 30 años.
“Me siento un privilegiado porque toda mi vida hice el deporte, en este caso el fútbol y eso hasta el día de la fecha. También tuve fortuna de una vez que dejé YPF en el año 91 pude ingresar en la Municipalidad, en el área de deportes, le fui dando continuidad desde muy chico a este tema de estar relacionado permanentemente con el fútbol y lo que me ocasiona el hecho de que hayamos armado todo lo que es Nueva Generación", inició.
“Por nuestro club han pasado muchísimos chicos, hoy la alegría más grande que uno tiene es que, por ejemplo, el día que se inauguró la infraestructura de vestuario aparecieron pibes que uno tuvo en lo largo de esta existencia del club, con sus hijos, la familia bien conformada y eso obviamente que a uno lo pone muy feliz”, aseguró en relación aquel pasado 13 de julio de 2023, fecha donde se anunció la construcción de la cancha de césped sintético.
“Siempre tuve en claro que trabajaba con personas, al margen de la edad y todo lo que conllevaba en esas épocas, como la que conlleva actualmente, hay una gran responsabilidad, no solo guiarlos para aquellos que sueñan con ser profesionales, hacerles entender que yo he participado pero nunca me apropié de la naturaleza del chico, del jugador de fútbol, sí fui quien le aportó algunas cuestiones técnicas y estratégicas, transmitirles que debían tener mucha disciplina para poder llegar a los lugares donde ellos soñaban y pretendían estar, y que eso requería de una mentalidad fuerte, saber que hay momentos que se tienen que privar de muchas cosas para poder llegar a los lugares que han soñado”, remarcó sobre el rol que adoptó enfocada en la formación.
Por otra parte, el histórico entrenador indicó que “también estaban aquellos que no veían, o no tuvieron la aceptación de quienes eligen en Capital y vuelven a Comodoro, se insertan en todas cuestiones sociales, ya sea en el estudio, trabajo, la conformación de la familia, las buenas amistades que se tienen que rodear”.
EL PRIVILEGIO Y EL AFECTO DE GRANDES DEPORTISTAS
En su larga trayectoria como entrenador y formador, Armando siempre supo diferenciar que la pelota y un partido de fútbol no era la vida o la muerte. En su memoria aún perduran los recuerdos de grandes jugadores como Andrés Silvera, Sixto Peralta, Hugo Barrientos y Pablo Barrientos
“El fútbol es un vehículo importantísimo para que los chicos desde ahí inicien una muy buena carrera. Con algunos tuve la oportunidad de estar con ellos, como Cuqui, Mumo, Hugo y Pitu, quien estuvo desde los 4 hasta los 14 años hasta su llegada a la CAI y después todo lo que logró es su mérito", indicó.
Por otra parte y según mencionó, otros jugadores que lo acompañaron en distintos procesos, tenían grandes condiciones y no lograron a convertirse en profesionales. “Cuando no llegas, tenés muchas posibilidades para insertarte en la sociedad a través principalmente del estudio, después desde lo laboral y obviamente conformar una familia con un perfil que es el propio, el de ellos y que lo lleven adelante,” explicó con satisfacción al recordar nombres como Omar Balcón, Carlos Ríos, Gustavo Parra, Martín Carrillo, Leo Barrionuevo, Thiago Errazu, Luciano Palacio, Nelson Vargas, Carlos Bórquez, entre otros.
Incluso fuera de los campos de juego, Armando significó una figura paterna o “un segundo padre” para muchos de sus jugadores, enfocándose no solo en sus habilidades deportivas, sino también en su crecimiento personal y profesional. “Siempre he tenido bien claro todo eso, de que en los momentos que yo podía charlar con ellos, el fútbol por ahí tenía que quedar un poco al margen y trabajar mucho en las cuestiones sociales,” recordó.
Entre los nombres que se han beneficiado de su guía están Marcos Ruiz, Gastón Aguilar y los hermanos Marcos y Maximiliano Carrizo. “Los otros chicos a los cuales yo te había mencionado están directamente relacionados en lo laboral, han conformado su familia, y eso a mí en el debe y en el haber me da positivo porque realmente cuando los cruzo en algunas oportunidades, sea en el centro o en algunas canchas, siempre uno recibe el cariño y el respeto que se ha ganado a lo largo de todos estos años", apuntó con orgullo y satisfacción en su voz.
HEREDEROS DE UNA PASIÓN Y UNA FILOSOFÍA DE VIDA
Armando Tula no pudo contener sus sentimientos e infló el pecho para hablar con evidente orgullo de sus tres hijos: Mariano, Alejandro y Leonel, destacando no solo sus logros deportivos sino también su desarrollo como personas íntegras y comprometidas. “Para mí, obviamente que uno como padre se siente orgulloso de ellos, cómo lo haría cualquier papá que habla de sus hijos”, subrayó.
Los hermanos Tula han seguido los pasos de su padre en el mundo del fútbol, pero, según expresa el ex técnico de la CAI, nunca fueron forzados a elegir ese camino. "Desde el principio, nunca yo les dije a ellos que tenían que jugar a la pelota", reveló, añadiendo que fue una elección personal de cada uno involucrarse en el deporte. Este enfoque permitió que sus decisiones sean auténticas y alineadas con sus propias pasiones.
Mariano, Alejandro y Leonel dejaron su marca en el club Nueva Generación. El primero de ellos estuvo al frente de la Primera División del club durante un año crucial que culminó en un ascenso. Alejandro, sigue involucrado directamente con las futuras promesas del club como entrenador de la pre-novena, mientras que Leonel desempeñó un papel clave en la organización y formación en la escuela de fútbol del club.
En este sentido, Armando no pudo ocultar su satisfacción al ver a sus hijos continuar con la tradición familiar de solidaridad y compromiso con la formación. “Es la primera vez que me preguntan sobre mis hijos desde el aspecto formativo y te digo que uno obviamente se siente bien, la satisfacción más grande que tengo es porque ellos van por el camino de la historia de la familia, que es ser solidario", respondió.
Luego profundizó sobre la importancia de ser un ejemplo a seguir mediante acciones concretas. “No solamente pregona con la palabra, sino también con el ejemplo y obviamente que ellos van a seguir transmitiendo esta idea y esta manera de manejarnos a sus hijos, y sus hijos continuarán la historia de nuestra familia”, aseguró.
DARÍO ACHAVAL, EL FORMADOR DE CORAZONES COMODORENSES
Darío Achaval es multicampeón y un referente indiscutido del Kick Boxing en Comodoro Rivadavia, no solo ha destacado por sus habilidades en el combate sino también por su dedicación a la enseñanza y formación de nuevos talentos.
Comenzando su carrera en taekwondo a los ocho años bajo la tutela de Osmar Cheuque, Achaval rápidamente se convirtió en un líder dentro y fuera del tatami. Su temprano inicio en el barrio 30 de octubre y su ascenso a 1° dan de taekwondo le permitieron, a su vez, supervisar a casi 90 jóvenes del lugar, solidificando su pasión por la docencia y su compromiso con la capacitación continua.
En la actualidad, ejerce como director patagónico de organizaciones prestigiosas como WKC, WKN y KBox-Latino, roles que lo posicionan como una figura central en la promoción y organización del kickboxing a nivel regional. Aunque su responsabilidad lo obliga a mantener una imparcialidad en la gestión de los diversos team que nuclea la Liga Patagónica Amateur Formativa, es en el Gym Fight Club donde encuentra su verdadera pasión.
Ubicado en la Avenida Polonia 470 del barrio Roca, este gimnasio se ha convertido en un punto de encuentro para cientos de personas que buscan no solo entrenamiento físico sino también un cambio significativo en sus vidas.
El actual formador de kickboxer destacó en su vida la figura de Osmar Cheuque, quien fue más que un entrenador para él. “Yo nunca tuve una figura paterna, no tuve padre. Entonces de él me quedó como principal imagen de un padre o lo más parecido que puede ser a un padre”.
EL ROL CLAVE DEL ENTRENADOR Y LA IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES
Achaval compartió su perspectiva sobre el complejo papel de los entrenadores en el ámbito deportivo, enfatizando la importancia de reconocer y atender las necesidades sociales y familiares de los jóvenes atletas. “Como entrenador y padre, uno tiene la responsabilidad de cubrir las necesidades del alumno, no solo en lo técnico y ético dentro del deporte, sino también en lo social y familiar”, explicó.
Según su punto de vista, es crucial para los entrenadores reconocer sus límites y buscar apoyo en profesionales cuando se enfrentan a situaciones que requieren competencias más allá de las deportivas.
En este aspecto, el ex kickboxer profesional habló de la importancia de la humildad y la disposición a pedir ayuda. “No me siento inferior al solicitar colaboración, al contrario, me siento bien al poder hacer lo mejor por mis alumnos. Antes de formar un buen peleador, mi función principal es formar una buena persona”, dijo.
El entrenador también destacó la relevancia de manejar las emociones en el deporte. De acuerdo a sus declaraciones, mantener un equilibrio emocional es uno de los mayores desafíos para niños, adolescentes y adultos. “El saber escuchar de verdad, analizar conjuntamente con el alumno el problema, identificarlo y resolverlo con un orden de prioridades correcto, es fundamental", afirmó y resaltó la importancia de la autoconfianza en el desarrollo deportivo y personal.
“Este deporte enseña que el esfuerzo trae resultados positivos. Quiero que los jóvenes aprendan que aunque el éxito no siempre es inmediato, el esfuerzo constante eventualmente será recompensado", resaltó.
EL KICK BOXING, SUPERACIÓN Y TRANFORMACIÓN
Celebrando dos décadas dedicadas a la formación y mentoría de jóvenes, Darío Achaval compartió los desafíos que enfrentó a lo largo de su carrera, bridando detalles acerca de la transformación de personas que superaron barreras y abrazaron la confianza en el deporte.
Al recordar algunos de los casos que más lo han marcado, en los últimos años apuntó hacia los más jóvenes, ejemplos vivientes de cómo el deporte puede fortalecer el carácter. “Juan Toro entró con mucha timidez y ahora es impresionante ver cómo cada día sigue caminando con esa fortaleza y firmeza, siendo aún adolescente”, manifestó.
Otro caso destacado es el de Tiziano Ríos, cuya evolución también se dio en contexto familiar. “Hemos trabajado desde que era un niño junto a su familia, superando sus miedos, y hoy Tiziano tiene una actitud increíble”, afirmó.
Por otro lado, recordó la llegada de Cinthia Güichapani al Gym Fight Club, indicando que era una joven luchando contra la inseguridad relacionada a su físico y comunicación. “Hoy la veo segura de sí misma, comprometida con su entrenamiento personal y manejando un grupo con confianza”, reveló con orgullo sobre su actual pareja, quien además de ser actualmente una de las grandes referentes del kickboxing femenino comodorense, tiene un turno dedicado a la formación de niños y otro exclusivamente de mujeres.
Estas experiencias reflejan la misión de Achaval de no solo entrenar atletas, sino de formar personas valientes y seguras. “Estoy siendo un poco egoísta en el tema de los casos, pero son, gracias a Dios, muchísimos”, confesó.
PATERNIDAD, DEPORTES Y ENSEÑANZAS DE VIDA
Como no podía ser de otra manera, Darío Achaval no pudo ocultar sus sensaciones y reveló cómo la paternidad y el deporte han moldeado su vida y la de sus hijos. A sus 19 años, se convirtió en padre, una experiencia que describió como transformadora y el inicio de un viaje lleno de orgullo y realizaciones.
“Ser padre y tener hijos que hacen deporte, es lo más grande que puede haber, lo mejor que me puede pasar”, recalcó. Su hija Antonella, recientemente consagrada campeona en Chenque, ha sido una fuente de inspiración para él. “Le mandé un mensaje cuando ganó, me sorprendió su actitud y sobre todo, el fervor con el que vive los partidos. Veo un poco de mí reflejado en ella y me pone muy feliz”, añadió.
En cuanto a su hijo Bruno, en las últimas semanas "enfrentó momentos difíciles, pero siempre con una increíble fuerza interior. Nunca dejó que los problemas fueran un motivo de abandono, al contrario, fueron un impulso para superarse”.
En continuidad, el director patagónico de Kick Boxing sostiene un enfoque único hacia la enseñanza: “Formar corazones, no personas”. En efecto, para Achaval es crucial enamorarse del deporte o cualquier actividad para realmente prosperar en ella. “Es mucho más fácil cuando uno aprende a enamorarse de una actividad y se apasiona por ella”.
Acto seguido, se mostró crítico con aquellos profesores que no transmiten adecuadamente su pasión y enfatizó la importancia de estar bien capacitado para inspirar y motivar a los jóvenes. “Nunca vas a poder abrazar una actividad si no te la muestran de la mejor manera. Siempre apunto al corazón y a construir la confianza, porque estoy seguro que los resultados siempre serán los mejores”, ratificó.
CRISTIAN VERA, EL ÚNICO HOMBRE DOCENTE RECIBIDO EN COMODORO
Cristian Vera es reconocido como el primer y único profesor hombre egresado del Instituto Superior de Formación Docente N° 802 de Comodoro Rivadavia. Gracias a su formación, está habilitado para enseñar en Jardín Maternal y Jardín de Infantes, así como también para abarcar algunas secciones del nivel primario. Además, se destaca como profesor de educación física.
En el dinámico mundo de la educación, Vera destaca no solo su compromiso con la enseñanza, sino también una profunda comprensión del impacto emocional y académico que los docentes tienen en sus alumnos.
“Ser docente va más allá de una simple profesión; es una vocación que ya desde joven me llamaba profundamente”, admitió. Su enfoque no solo se centra en impartir conocimientos, sino también en crear un vínculo de empatía y confianza con el alumno. “La labor del docente es inmediata, tienes que tomar decisiones rápidas y asegurarte de que quien tenés adelante reciba lo mejor de vos, para ayudarle a alcanzar una mejor comprensión y aprendizaje, sea cual sea el entorno”, explicó.
Cada trayectoria escolar es única y cada docente deja una huella imborrable en sus alumnos, muchas veces sin darse cuenta. En este contexto, el exfutbolista reflexionó sobre la importancia de esta conexión: “Cada uno de nosotros, como docentes, deja una marca en los alumnos, ya sea buena o mala, pero siempre significativa. Lo crucial es establecer un buen vínculo primero, que fomente la empatía y facilite la transmisión de conocimientos que serán útiles en la vida cotidiana de los estudiantes”.
Además de su papel como educador, Vera también asume el rol de padre, lo que le proporciona una perspectiva dual sobre la educación. “Como papá, puedo discernir las técnicas pedagógicas que se emplean y, si es necesario, hacer ajustes instantáneos. Reconozco que no todos los padres tienen estas herramientas, pero son esenciales”, afirmó e indicó que la interacción con su hijo Joaquín no solo se limita a la enseñanza académica, sino que también se centra en equiparlo con herramientas para que pueda tomar sus propias y adecuadas decisiones para su futuro.
LA ESCUELA DE NIVEL INICIAL DE NEWBERY, UN PARADIGMA DE LA EDUCACIÓN
En Comodoro Rivadavia, el Club Jorge Newbery abrió sus puertas a una innovación educativa que marca un cambio de paradigma en el campo de las instituciones educativas vinculadas al deporte.
La Escuela de Nivel Inicial 1482, dirigida por Cristian Vera, representa la primera de su clase en integrarse dentro de una institución deportiva en la Patagonia, rompiendo con la hegemonía de jardines de infantes y escuelas de nivel inicial exclusivamente privados.
“Este es un paso gigante, es la primera institución educativa dentro de un club deportivo en la región patagónica y refleja una evolución significativa en cómo concebimos la educación integral de los niños”, explicó y añadió que “es un avance sustancial que fue posible gracias a la confianza que el club depositó en mí, permitiéndome proyectar y concretar esta visión".
Vera, con años de experiencia liderando jardines de infantes y jardines maternales en entidades tanto estatales como privadas, ve este nuevo rol como un premio a su dedicación profesional y personal. El nuevo establecimiento ya ha visto resultados prometedores, triplicando su matrícula desde su apertura. "Agradezco infinitamente a las primeras familias que confiaron en nosotros. Ellos han sido clave para este logro y hoy celebramos tener una comunidad en crecimiento”, resaltó. Esta expansión no solo demuestra la calidad educativa ofrecida, sino también la precisión con la que el proyecto fue diseñado para responder a las necesidades de las familias comodorenses.
Con un enfoque en el desarrollo integral de los niños, el docente subrayó la importancia de la socialización y el aprendizaje experiencial que ofrece su institución. “No solo proporcionamos educación básica, sino que incorporamos actividades extracurriculares que complementan la educación formal. Esto enriquece enormemente el desarrollo de los niños, integrando lo académico con lo social y lo físico. Es volver a cortar con una hegemonía que antes veía con limitaciones”, distinguió.
Personalmente, la Escuela de Nivel Inicial 1482 también tiene un gran significado para Vera, quien está profundamente arraigado en la familia de Jorge Newbery. “En lo personal, Joaquín es la cuarta generación de la familia que es hincha del club. Soy de este barrio, nací y crecí acá. Para mí, este no es solo un proyecto educativo, sino también un legado familiar que pretendo honrar", sostuvo con orgullo.
Cristian reconoce que cada día es una oportunidad para aprender y fortalecer el proyecto educativo del Aeronauta. “Estamos en un continuo aprendizaje como institución nueva, con el objetivo de establecer solidos pilares para el futuro educativo de la ciudad", apuntó.
LA FORMACIÓN EN LAS ESCUELAS DE FÚTBOL
En materia deportiva, Cristian Vera tuvo la posibilidad de trabajar en dos escuelas de fútbol: Talleres Juniors y Jorge Newbery.
En la institución de Kilómetro 3, el profesor identificó la necesidad de una estructura formal para el fútbol infantil. "Llegué a Talleres Juniors para organizar la escuelita de fútbol. Comenzamos con pequeños pasos, pero rápidamente progresamos hacia las divisiones inferiores, empezando con la novena división", explicó y mencionó que su enfoque siempre estuvo en el desarrollo personal y social de los jóvenes. “La verdad es que el acercamiento era más social que deportivo, lo que ayudó a formar un grupo muy unido y entusiasmado por el deporte”, agregó.
Aprovechando el crecimiento, junto a su equipo presentaron “ese mismo año un proyecto al Ministerio de Educación y conseguimos soporte para formar un grupo de estudiantes en fútbol femenino en el TAE”.
Los que conocen a Cristian desde hace tiempo, incluyendo estudiantes de su época como profesor, valoran profundamente su impacto. “Es gratificante ver cómo los estudiantes me recuerdan y aprecian las lecciones aprendidas, incluso después de una década”, reflexionó.
"No todos llegarán a ser deportistas profesionales, pero por encima de la excelencia deportiva, es crucial priorizar la parte humana. Formamos personas que aspiran a contribuir positivamente a la sociedad", enfatizó.
LA IMPORTANCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO, EL CONSEJO PARA LOS PADRES
Armando Tula subrayó que los padres deben evitar la frustración por los resultados y centrarse más en el simple disfrute que sus hijos encuentran en el juego. “Los padres deben ser acompañantes, no críticos. He visto cómo la obsesión por ganar puede degenerar la verdadera esencia del deporte. Es vital que los padres se despojen de sus egos y permitan que sus hijos vivan su infancia sin presiones innecesarias”, explica Tula.
Además, Tula hace hincapié en que un enfoque saludable en la formación deportiva puede llevar a mejores prospectos a largo plazo. "Cuando los padres entienden y aplican estos principios, no solo estamos formando futuros atletas, sino mejores personas", resaltó.
Por su parte, Darío Achaval aconsejó que los padres se involucren activamente, entendiendo y participando en las actividades deportivas de sus hijos. “Es crucial que los padres trabajen mano a mano con los entrenadores, creando un ambiente de total confianza y apoyo. Esto incluye establecer un canal de comunicación abierto que permita a los niños expresar sus pensamientos y sentirse escuchados”, dijo.
Achaval también destaca la importancia de valorar la perseverancia y la disciplina por encima de la victoria. “Los padres deben priorizar el esfuerzo y la constancia, enseñando a sus hijos que el verdadero valor está en intentarlo y mejorar continuamente”, señaló.
Por último, Cristian Vera apuntó hacia una perspectiva que fomente la independencia y la paciencia en el proceso educativo de los niños.
“Debemos ofrecer herramientas para que los niños sean independientes y enfrenten sus desafíos de forma autónoma. Este proceso requiere tiempo y paciencia, y no debe ser apresurado por expectativas de resultados inmediatos”, explicó.
Los consejos de Tula, Achaval y Vera destacan una visión común: los padres deben enfocarse en ser apoyos positivos en los intereses y desarrollos de sus hijos, más allá de los logros tangibles. Este Día del Padre, la oportunidad de reforzar la conexión familiar a través del deporte y otras actividades es invaluable.