Planta de GNL en Sierra Grande: cuánto dinero de la inversión quedará en Río Negro y cuántos puestos de empleo se generarán
La inversión de YPF y Petronas en Sierra Grande es prometedora para la provincia, pero también presenta sus matices. Cuál es la posibilidad que se abre para Río Negro con la llegada de este megaproyecto.
La reciente decisión de las empresas YPF y Petronas de construir una planta de gas natural licuado (GNL) en Punta Colorada, Río Negro, constituye en sí mismo un hito en el desarrollo económico de la provincia. Esta inversión, que se estima entre USD 30.000 y USD 50.000 millones, se convertirá en la mayor en la historia de Argentina. Sin embargo, el impacto económico para Río Negro y los beneficios directos en términos de ingresos y empleo presentan ciertos matices.
Según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), por cada USD 100 generados en impuestos nacionales por la planta de GNL, Río Negro recibirá apenas 80 centavos de dólar en concepto de coparticipación.
El análisis de IDESA revela que, del total recaudado, el Estado nacional recibirá USD 68, mientras que el resto se dividirá entre las provincias. De esos USD 32 destinados a las provincias, solo 80 centavos se asignarán a Río Negro. Esto implica que la provincia recibirá menos del 1% del total de impuestos generados por el proyecto, mientras que más del 99% se distribuirá entre el Estado nacional y otras provincias.
El estudio se titula “Río Negro demuestra que hay que eliminar la coparticipación”, y asegura que solo eliminando este mecanismo “se generarán los incentivos para que las provincias promuevan masivamente la inversión productiva”.
Proyección de exportaciones y crecimiento regional
La planta de GNL está diseñada para exportar gas natural licuado por un valor proyectado de alrededor de USD 30.000 millones anuales. Esta capacidad de exportación posicionará a Río Negro como un jugador clave en el mercado global de energía. El impacto positivo en términos de ingresos tributarios y desarrollo regional será considerable, aunque no se refleje directamente en los ingresos por coparticipación.
La construcción de la planta también impulsará -indefectiblemente- la creación de nuevas infraestructuras y servicios, mejorando la conectividad y el desarrollo económico de la región. La actividad económica generada por el proyecto ayudará a diversificar la economía local y a fomentar nuevas inversiones en otros sectores.
La oportunidad para el desarrollo laboral
A pesar de la modesta proporción de ingresos impositivos que quedará en la provincia, el proyecto tendrá un impacto significativo en la economía local. La planta de GNL no solo incentivará la construcción y la inversión en infraestructura, sino que también promoverá actividades económicas conexas y todo el desarrollo de la región atlántica de la provincia.
El Ministro de Gobierno, Trabajo, Modernización y Turismo, Federico Lutz, estimó que a través de este proyecto de YPF y Petronas se generarán unos 12.500 puestos de trabajo en total: 2.500 empleos directos y 10.000 indirectos. Esta generación abarcará desde la construcción de la planta hasta la operación de oleoductos y gasoductos, así como el impacto extendido a sectores asociados como la educación, el comercio y la salud, contribuyendo al desarrollo económico regional.
La inversión en la planta de GNL impulsará la actividad económica a través de empresas locales, dado que se estima que al menos el 20% del monto total del proyecto será destinado a proveedores y servicios locales, lo que estimulará la cadena de valor regional y contribuirá al fortalecimiento de la industria local.
Opinión de la CGT y el rol del Gobierno provincial
La CGT Regional Río Negro celebró la decisión de YPF y Petronas de instalar la planta de GNL en Sierra Grande, al tiempo que destacó las gestiones del Gobernador Alberto Weretilneck. La central obrera considera que “este proyecto representa una oportunidad histórica para la generación de empleos y el desarrollo económico en la provincia”. Según la CGT, la planta permitirá un desarrollo energético con beneficios económicos extendidos, y contribuirá a la creación de empleo genuino tanto directo como indirecto.
Desde el Gobierno provincial señalan que el proyecto es parte de una estrategia fiscal que prioriza la renta indirecta y la creación de empleo. La apuesta de otorgar facilidades tributarias y condiciones favorables a las inversiones, deberá -ahora- tener una contracara de desarrollo laboral y económico para esa región y toda la provincia.
Oportunidades y desafíos
El potencial de la planta de GNL para transformar la economía regional es considerable, pero también presenta desafíos. Aunque la inversión directa en infraestructura será significativa, la redistribución de los ingresos impositivos entre la Nación y las provincias plantea una limitación para el beneficio directo de Río Negro.
Sin duda que, de prosperar la iniciativa, a largo plazo los beneficios para la economía regional y nacional serán notables. El incremento en las exportaciones y el desarrollo de la cadena de valor local contribuirán a un crecimiento económico sostenido. Sin embargo, también se deben considerar los riesgos asociados a la inversión y la volatilidad económica global, que podrían influir en la viabilidad y el impacto del proyecto. Además de los pasivos ambientales que puede dejar este desarrollo económico.
La planta de GNL tiene, sin dudas, el potencial para transformar la matriz económica rionegrina y generar a un impacto positivo en términos de empleo y desarrollo regional. A pesar de la modesta participación en la distribución de los ingresos directos por la inversión, la planta impulsará la actividad económica y la inversión en empresas locales.
El éxito del proyecto dependerá de la capacidad de la provincia para maximizar los beneficios indirectos y superar los desafíos asociados. La colaboración entre el sector público y privado, así como el apoyo de las autoridades locales, será fundamental para asegurar que la inversión en GNL contribuya al desarrollo económico sostenible de Río Negro.