La masacre de pingüinos en Punta Tombo: un crimen ambiental que conmocionó al mundo
Cientos de pingüinos magallánicos murieron y sus nidos fueron destruidos en Punta Tombo cuando el propietario de un campo usó una topadora para abrir un camino y colocó un cerco electrificado en un sector de la tierra que ocupa esa reserva natural chubutense. La investigación reveló detalles sobre el daño causado y el hecho tomó relevancia internacional, derivando en un juicio donde se valoró el impacto ambiental en medio millón de dólares, se solicitó una condena ejemplar y se sentó un importante precedente jurídico a nivel nacional.
Sobre el final de novimebre de 2021, ADNSUR publicó impactantes videos que mostraban una evidente destrucción en una zona del Área Natural Protegida de Punta Tombo. El dueño de un campo vecino a la reserva natural, identificado posteriormente, pasó una máquina niveladora que arrasó con al menos 140 nidos, matando también a pingüinos adultos y pichones.
Además, instaló un cerco electrificado que acabó con la vida de más de un centenar de aves. Este hecho fue catalogado como uno de los mayores daños ambientales en los últimos tiempos.
DENUNCIA Y REACCIÓN PÚBLICA
La noticia generó una ola de repudio en el ámbito nacional e internacional. Organizaciones como Greenpeace presentaron denuncias penales, calificando el incidente como una masacre y exigiendo justicia. Las autoridades comenzaron una investigación para determinar responsabilidades y sancionar al culpable.
INVESTIGACIÓN Y EVIDENCIA
El uso de tecnología fue clave en el avance del caso. Imágenes captadas por drones mostraron la extensión del daño en la colonia de pingüinos, evidencia que se tornó crucial para la fiscalía. Informes científicos confirmaron el alto impacto ambiental, afectando a cerca de 500 pingüinos y poniendo en riesgo la biodiversidad de la zona.
La investigación también reveló detalles sobre las motivaciones del acusado, vinculadas a disputas territoriales y actividades empresariales.
JUICIO Y VALORACIÓN DEL DAÑO
A fines de 2024 comenzó el juicio contra el dueño del campo, Ricardo La Regina, quien destruyó una colonia de pingüinos durante la época de reproducción y cría. Fue acusado de daños ambientales y crueldad animal.
Durante el juicio, expusieron guardafaunas, funcionarios provinciales, ambientalistas, periodistas, entre otros testigos. El tribunal del juicio estuvo integrado por la Dra. María Laura Martini, el Dr. Carlos Richeri y la Dra. Eve Ponce. La fiscalía solicitó una pena de cuatro años de prisión y una indemnización de 518 mil dólares, considerando no solo el impacto económico sino también el daño ecológico irreparable.
EL FALLO JUDICIAL
Los jueces dieron por probado el accionar del imputado para configurar el delito de daño ambiental, mientras que en uno de los tres trabajos realizados se afectaron gravemente nidos, ejemplares y huevos.
El veredicto de pena emitido por los jueces María Laura Martini, Eve Ponce y Carlos Richeri atribuye a Ricardo La Regina la responsabilidad penal por el delito de daño agravado en 3 hechos, sumado al delito de crueldad animal por el accionar concentrado en los trabajos realizados entre el 26 de noviembre y 4 de diciembre de 2021.
El fallo dado a conocer el jueves 7 de noviembre sostiene que se tuvieron por probados los 3 hechos ocurridos en la Estancia “La Perla”. El primero de ellos se concretó entre los días 10 y 14 de agosto de 2021; en esa oportunidad, trazó el ‘camino A’, para lo cual adquirió una máquina retroexcavadora. El segundo trabajo fue para construir el ‘camino B’, entre el 10 y 14 de septiembre del mismo año; y luego el trabajo de ‘Triángulo y Desmonte’, al que La Regina llamó ‘el tajamar’, entre el 26 de noviembre y 4 de diciembre de 2021.
El tribunal finalmente dictó una condena contra el responsable, señalando la gravedad del crimen y estableciendo un precedente en la protección de la fauna silvestre.
Ricardo La Regina fue hallado culpable en un juicio por daño ambiental y maltrato animal y fue condenado a tres años de prisión condicional. Deberá, además, pagar las costas del proceso, tendrá prohibido realizar obras o mejoras sin autorización y deberá colaborar con las tareas de restauración del medio ambiente.
La masacre de los pingüinos en Punta Tombo deja un mensaje claro sobre la importancia de proteger los ecosistemas y garantizar la aplicación de leyes ambientales más rigurosas. La tragedia no solo impactó a la comunidad local, sino que también movilizó a sectores de la sociedad comprometidos con el cuidado del medio ambiente. Este caso se convirtió en un símbolo de lucha ambiental en Chubut y una advertencia para quienes atentan contra la naturaleza.