Definidas las fórmulas, llegó la hora de los cierres en Chubut: qué nombres suenan y cuáles serían las consecuencias de no cumplir los acuerdos
Ya definida la disputa por la gobernación entre Luque-Sastre contra Torres-Menna, ahora deberán ser inteligentes en cómo cierran las listas para la Legislatura y cada municipio. Un error en esta etapa puede ser el detalle que haga ganar o perder la elección.
Se viven los días políticamente más intensos de los últimos cuatro años: es la hora de los cierres que van a definir el reparto de poder en la provincia y en los municipios hasta 2027. El decreto de convocatoria a elecciones aceleró todos los plazos electorales y ahora cada fuerza política trabaja contra reloj para tener a sus candidatos oficializados el 10 de junio.
Los dos principales frentes electorales, tienen ya a sus fórmulas: Ignacio Torres junto a Gustavo Menna (se va a anunciar esta semana un anticipo de nuestra columna) en Juntos por el Cambio; Juan Pablo Luque junto a Ricardo Sastre por Arriba Chubut. Ahora ambos candidatos -en una disputa que asoma como un mano a mano cortados del resto por la gobernación- deberán saber ejercer el liderazgo conseguido y ser inteligentes en los acuerdos, porque los errores que se cometan de aquí al cierre de listas dentro de 10 días, les pueden costar caro a la hora de contar los votos el 30 de julio.
Ya fuimos explicando que el proceso de depuración de las fórmulas siguió diferentes trayectorias: Torres logró acomodar a todos debajo de su nombre después de un proceso traumático durante la segunda mitad del año pasado contra un Damián Biss en la UCR que buscó dar la pelea, algo que se terminó definiendo en la elección interna de Trelew entre Gerardo Merino y Federico Massoni.
Ese resultado, y luego el triunfo en la general el 16 de abril, ordenó las fichas como ya explicamos en este espacio, y ahora el PRO y la UCR se encaminan a tratar de cerrar una lista de unidad o al menos con el máximo consenso posible, algo impensado hace tres meses atrás.
En cambio, en el justicialismo el acuerdo no fue producto de un enfrentamiento en las urnas, sino de un pacto de cúpulas, donde Sastre terminó aceptando bajarse ante las mejores chances para el proyecto que implicaba la figura de Luque desde Comodoro, en una negociación en la que tuvo un rol central Mariano Arcioni, aceptando a regañadientes la estrategia de adelantar la fecha a pesar de la opinión en contrario de su jefe político, Sergio Massa.
En Juntos por el Cambio, ahora el desafío es amalgamar dos estructuras que venían trabajando para afrontar una interna, sumando a la mayor cantidad de piezas y tratando de dejar afuera a la menor cantidad posible de heridos. Aquí, el radicalismo debió asumir con dolor que le toca jugar un rol secundario, algo que no quería, pero que le impuso la fría realidad de los números de la política.
Torres y su grupo político encaran este proceso con tranquilidad porque viene de triunfos electorales y sienten que el panorama en las provincias y la Nación está del lado del voto opositor. Huelen que tienen viento a favor, y el principal riesgo que corren es precisamente ese: relajarse, creer que ya ganaron, y cometer errores no forzados.
En el caso de Luque, está decidido a jugar desde hace más de un año, pero recién ahora puede empezar a ejercer la conducción para encarar la estrategia de cierre: los plazos lo obligan a tomar decisiones a las corridas, porque llevó muchos meses lograr el acuerdo provincial, y sigue demorando más de lo esperado el cierre local en Comodoro, por lo que ahora el tiempo apremia para cerrar acuerdos en todo el territorio dentro de un justicialismo partido en mil pedazos.
En la previa, el candidato comodorense debe afrontar un verdadero puzzle para llegar a una lista de diputados en la que, además de nombres de su riñón y del sastrismo, también deben entrar con fórceps el kirchnerismo, el massimo-arcionismo, los gremios, y todo en medio del equilibrio regional.
En el frente con la flamante denominación Arriba Chubut (habíamos anticipado aquí que se iba a borrar el nombre del Frente de Todos) que fue presentado este viernes en Trelew con una foto con 22 intendentes y jefes comunales junto a la fórmula, el trabajo de cierre será arduo porque -en un peronismo chubutense que sigue huérfano de líderes naturales- se vive un escenario de desconfianza donde los acuerdos se logran más por amenazas de pase de factura que por compromiso de trabajo en conjunto.
LEGISLATURA
En Juntos por el Cambio, se prepara una reunión con anuncios para el próximo martes 9, mientras el jueves11 estará el jefe de gobierno porteño y precandidato a presidente, Horacio Rodríguez Larreta visitando Comodoro Rivadavia junto a Ignacio Torres y Ana Clara Romero. Da la sensación de que, en este espacio, va a costar menos cerrar la lista para la Legislatura que la de diputados nacionales o algunas intendencias.
En diputados provinciales, ya es un hecho que la va a encabezar Jacqueline Caminoa, una mujer de la cordillera a quien Torres le reconoce su apoyo incondicional en los momentos más duros de enfrentamiento con la conducción del radicalismo. De allí para abajo, se barajan una lista de integración entre nombres radicales y del PRO, con varios apellidos conocidos que han pasado por cargos públicos en los últimos tiempos.
El segundo candidato a diputado provincial será Emanuel Fernández, presidente de la juventud del PRO en Comodoro Rivadavia y dentro de la lista, con seguridad estará presente la dirigente del PRO de Trelew, Sonia Cavagnini. Otros dos nombres que integran la grilla previa son el primer afiliado del PRO en la zona, el ex titular de Turismo de Rawson, Sergio González, miembro de una familia vinculada al sector pesquero; y también la joven militante radical de Trelew, Sandra Willatoski.
Siguiendo con las confirmaciones, figuran como nombres seguros por la UCR el actual intendente de Esquel, Sergio Ongarato y el presidente de la comuna de Telsen, Leonardo Bowman. Hay un planteo para que repita Andrea Aguilera, de máxima confianza del candidato a vicegobernador, Gustavo Menna, algo que no está definido. Lo único que está claro es que el actual legislador Manuel Pagliaroni es la única “bolilla negra” que pondrá Torres, porque esa relación no tiene vuelta atrás.
Más difícil va a ser lograr que la dirigencia del radicalismo acepte que la lista de diputados nacionales sea encabezada por Jorge “Loma” Ávila -sin dudas la bomba política del cierre que anticipamos 20 días atrás- pero esa negociación ya está acordada, y en todo caso, queda una ventana abierta para el segundo lugar, que deberá ser para una mujer del valle o la cordillera.
MUNICIPIOS
En el caso de los municipios, si bien hay acuerdo en que se respetará la decisión de los intendentes que quieran repetir, a los que no se les armarán listas internas -los casos de Damián Biss en Rawson, Darío James en Gaiman, Adriana Agüero en 28 de Julio, Miguel Gómez en Gobernador Costa y falta saber qué hará Fabián Gandón en Puerto Pirámides- todavía es incierto el panorama en el resto de las localidades.
Por ejemplo, en Esquel, Matías Taccetta aparece mejor posicionado, pero hay varios nombres que en la UCR piden pista para ir a una interna. En Rada Tilly, Juncos pretende que su sucesora sea Mariel Peralta, pero ¿habrá lista de unidad? Depende en gran medida de la gran “electora” de la región que es Ana Clara Romero, quien aparentemente armaría una lista para disputar la candidatura local.
La actual diputada del PRO será candidata a intendenta en Comodoro Rivadavia, y el dato de última hora indica que el actual concejal Tomás Buffa, bajaría su postulación a la intendencia para sumarse como candidato en la lista de ediles 2023, por lo que -de confirmarse esta versión- habría lista de consenso en la ciudad petrolera.
Donde es una incógnita que va a suceder con este frente electoral es en Puerto Madryn, quizás el gran Talón de Aquiles de esta lista. En la ciudad dominada por los hermanos Sastre, Juntos por el Cambio no tiene candidato fuerte a la intendencia. La postulación de “Chana” Soldani nunca levantó vuelo y la imagen de Torres, que arrastra en todos lados, tampoco hace milagros.
La decisión allí es que sin dudas habrá una interna a la intendencia, donde además de Soldani, participarían el radical Germán Martinelli, el ex sastrista José Salvador, y también Vanesa Peruzzotti presidenta del comité local y cercana al dirigente comodorense Juan Gutiérrez Hauri. Creen que así como en Trelew la interna fue positiva, porque activó a la militancia, en Madryn puede servir si además hay compromiso de acompañar al ganador o ganadora.
Si bien saben que es una parada muy difícil, el objetivo es no resignarse a una derrota en una boleta donde el PJ tiene un candidato a vicegobernador y un intendente que goza de 70 % de imagen positiva. La contracara es Trelew: con un electorado muy similar en votos, el nachismo domina a su antojo y el justicialismo está partido en mil piezas heridas luego de la última derrota. Ahí el que la tiene complicada sin dudas es Luque.
ROMPECABEZAS
En Arriba Chubut, el armado empezó con la foto que muestra a la mayoría de sus candidatos en las localidades del interior provincial junto a Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre. Casi con seguridad, la suya será lista única luego del acuerdo al que arribaron con el sector de José Arrechea, que postulaba a Exequiel Villagra.
Si bien Luque logró sumar sectores como Camioneros que involucró a su partido en el frente, el mayor ruido previo en los acuerdos se dio con la dirigencia de La Cámpora, que ejerció una presión especial en el armado de la lista de diputados, hasta que finalmente se acercó a firmar con el Partido de la Victoria.
Las charlas fueron durísimas y los amagues de ruptura y daño colateral eran tan altos, que finalmente el espacio del kirchnerismo logró su cometido: Emanuel Coliñir estará en los primeros lugares y se asegurará una banca en la Legislatura, como premio al resultado obtenido en Trelew, donde pretende volver a ser candidato en 2027.
No aceptar este pedido, era para Luque un riesgo que podía costarle la elección, porque había amagues de armados de listas por afuera. La otra cuestión a resolver ahora es cómo cumplir todo lo acordado de palabra con el massismo-arcionismo. El gobierno provincial -que va a encabezar diputados nacionales con la figura de Mariano Arcioni- pidió 5 lugares en la lista de 16, y especialmente 4 candidatos entre los primeros 8.
Más allá del lugar que se ganó para repetir por su trabajo en estos cuatro años Juan Pais, Arcioni tiene el resto de los nombres sin definir todavía en su cabeza. Las especulaciones indican que hay un “círculo rojo” que integra su gente de mayor confianza en estos años, y es probable que de allí salgan algunos apellidos, como Alejandro Sandilo, Vanesa Abril, Oscar Antonena, Cristian Ayala, e Ivana Papaianni.
Por el lado de Sastre, es un hecho que dos diputados actuales van a estar en la lista, como son Mariela Williams y Carlos Eliceche. Luego el madrynense tiene reservadas otras dos candidaturas a ocupar bancas, que estaría terminando de cerrar incluso con algún sector gremial de la ciudad del golfo.
Y la gran pregunta es qué nombres tendrá Luque preparado para que sea su voz en la Cámara. Muchos miran hacia el lado de la actual presidenta de bloque, Adriana Casanovas, aunque ella ha manifestado que no tiene intenciones de continuar.
EL DILEMA DE LOS MUNICIPIOS
Las últimas horas marcaron cierta tensión entre Luque y Arcioni en la estrategia de consensuar nombres, y no es fácil predecir qué sucederá en la totalidad de los municipios. El repaso localidad por localidad muestra un escenario todavía incierto en algunos puntos. De palabra, está acordado que los que están en gobierno tienen prioridad para presentarse a un nuevo mandato sin que les hagan internas.
Son los casos de Sebastián Balochi en Sarmiento, Miguel López en Senguer, Dante Bowen en Dolavon, Claudia Loyola en Camarones, Marcelo Limarieri en Gualjaina, Diego Pérez en Río Pico, Rubén Calpanchay en José de San Martín, Silvio Boudargham en Cholila, Oscar Currilén en El Maitén, Héctor Ingram en Trevelin, y Ariel Molina en Corcovado (donde sus concejales le rechazaron la adhesión y votarán con las nacionales en octubre).
Pero en algunos casos hay ruido: Pol Huisman es un protegido de Luque, pero el arcionismo tiene otros nombres en carpeta; lo mismo ocurre en Río Mayo, donde Alejandro Avendaño quiere repetir, pero en el gobierno seduce la vuelta de Guillermo Hermida. Hay tres casos de intendentes “vitalicios” que llevan varios mandatos y que no estarían dispuestos a repetir; allí se debe consensuar al candidato a sucederlos, como ocurre con Jorge Seitune en Tecka, Antonio Reato en Epuyén y Mario Pichiñán en Paso de Indios.
Hay tres localidades grandes con diferentes realidades: en Esquel, donde el justicialismo viene muy flojo en las últimas elecciones y el arcionismo no hace pie, asoma Santiago Igón como candidato de la unidad. Otra parada muy difícil es Rawson, donde Luque anunció que apoyará a Paula Morale -estuvo en la foto del viernes- pero algunos proponen otras alternativas para dar la discusión. Es probable que en varios de estos casos se abran las internas para dirimir la mejor propuesta a nivel local.
Donde hay expectativas de dar pelea a nivel municipal es en Rada Tilly, donde por pedido de Mariano Arcioni volverá a ser candidato como en 2019 el ministro de Hidrocarburos, Martín Cerdá, quien sigue midiendo bien en los sondeos.
Con Gustavo Sastre como favorito en Puerto Madryn, y con el anuncio inminente de la fórmula Othar Macharshvilli-Maximiliano Sampaoli en Comodoro, se completa el panorama general con el que Arriba Chubut piensa afrontar la elección del 30 de julio.
Aún quedan 10 días para el cierre de listas, donde se ponen a prueba todos los acuerdos de palabra, siempre termina habiendo algún herido y donde florecen reproches de traición. Es inevitable y forma parte del folclore de la política. El desafío de cada cabeza de lista, es que el daño colateral sea lo más bajo posible, que los que queden afuera no resten demasiado, y que los que queden adentro garanticen trabajo, compromiso y votos.
En la teoría se explica fácil, pero en la práctica no lo es tanto. Las habituales fracturas de bloque que viene mostrando la Legislatura dan muestra de lo difícil que es mantener la unidad. ¿Dar prioridad a un armado homogéneo hacia adentro o apostar a los nombres más potables que después tiene que votar el electorado? Ese es uno de los grandes dilemas que deberán resolver tanto Luque como Torres. Un error de lectura -sobran ejemplos en el pasado reciente- puede costarles el resultado final por unos cientos de votos, si es que la elección se da con la paridad que marcan las encuestas en la previa.