El nuevo endeudamiento externo de Chubut estará destinado al acueducto de Comodoro: negociaciones en marcha y estructura del proyecto
Ya comenzaron las charlas con fondos europeos y de Medio Oriente que están dispuestos a financiar una “obra verde”, que incluye tasas ventajosas y un plazo que puede llegar a los 15 años. La buena relación con Nación que destrabó todo y el apuro por lanzar la licitación antes de fin de año.

Lo que se conoció como un anuncio en el aniversario de Comodoro, retomado luego en el discurso del gobernador ante la Legislatura, tuvo una enorme aceleración en los últimos días: la decisión política es que absolutamente todo el dinero del futuro endeudamiento que tomará la provincia, estará destinada a la obra del acueducto de la zona sur y además con el objetivo de que se llame a licitación en 2025.
Como fue de conocimiento público, el día del aniversario de la ciudad, Torres envió un mensaje grabado en el que confirmó el financiamiento para la obra y prometió “vamos a resolver de una vez por todas el problema del acceso al agua" algo que dijo, será posible "gracias al desendeudamiento que hemos logrado como provincia y a la mejora en la calidad crediticia, lo que nos permite un mayor y mejor acceso al financiamiento".
En ese mensaje, el mandatario aseguró que la finalización del acueducto será "antes de que termine nuestro mandato", y pondrá fin "a un problema que se prolongó durante décadas”, al tiempo que anticipó el inicio de tratativas con fondos europeos ya que “buscaremos la mejor negociación posible, pero lo importante es que entendamos que la obra ya está garantizada”.
Luego de este anticipo, se conoció hace 10 días la noticia del DNU 186/25 firmado por el gobierno nacional, que autoriza a Chubut y siete provincias a tomar deuda en el exterior con un plazo mínimo de tres años, agregando en una tabla los montos y el destino especificado. Allí se da cuenta de la autorización a Chubut de la toma de un crédito de hasta US$ 145 millones, destinados al “Programa de ampliación y optimización Regional Sur”.
Este guiño de Nación tuvo una etapa previa clave: el acuerdo de desendeudamiento firmado el 17 de enero entre Torres y el ministro Luis Caputo, que puso fin al litigio judicial originado un año antes por el descuento de fondos de coparticipación a causa del Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial.
La firma implica una serie de compensaciones de deudas de ambas partes, que incluyen obras atrasadas e incumplimientos de compromisos con la caja de jubilaciones. Pero lo más importante, el desistimiento de demandas ante la Corte. Esto destrabó algo fundamental, y es que ahora Chubut puede volver a disponer de los futuros ingresos de coparticipación como garantía.
Este nuevo estatus financiero de la provincia se logró por la buena voluntad de ambas partes, y el diálogo con Nación cambió totalmente. No llama la atención entonces que -en este marco- Torres haya salido públicamente esta semana a defender el endeudamiento con el FMI y haya pedido a sus diputados que acompañen la autorización al gobierno de Javier Milei.
Financiamiento verde
Las rondas de negociaciones con inversores ya comenzaron y todo indica que el papel que está jugando la Nación es importante, ya que los actores chubutenses reconocen que desde Economía están acercando contactos de bancos y entidades, que confían en la garantía que la Casa Rosada da a la operación.
Por parte de Chubut, hay dos actores clave en este proceso: el presidente del Banco del Chubut, Paulino Caballero, a la cabeza de la operatoria de crédito; y el secretario de Infraestructura, Hernán Tórtola, encargado del diseño del proyecto y estructuración de la obra, y posterior llamado a licitación.
El primer dato interesante, es que el destino de la obra del acueducto -que apunta a proveer de agua potable a cuatro municipios- puede hacer que Chubut ingrese en un sistema diferente, más accesible y barato que los endeudamientos anteriores, ya que se la considera una “obra verde”.
La financiación de proyectos verdes, surge de un consenso al que arribó la Unión Europea para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y determina el fomento a la inversión en activos sostenibles y socialmente responsables en áreas tan diversas como las energías renovables, la eficiencia energética, el transporte limpio o la gestión responsable de los residuos.
Esto significa que hay dinero disponible en el mercado y en condiciones ventajosas si el destino de la inversión es positivo para el ambiente. Y en concreto, estas ventajas implican por ejemplo créditos con años de gracia, tasa de interés de un dígito, y plazos de devolución que pueden estirarse a 15 o 20 años.
Según pudo saber ADNSUR, el objetivo sería “calzar” este nuevo préstamo una vez que finalice el último vencimiento de las cuotas del Bocade en 2030: se trata de aquel crédito tomado en 2016 durante el tercer mandato de Mario Das Neves que hoy asfixia a las cuentas de Chubut con pagos trimestrales de más de 30 millones de dólares.
Justamente el Bocade es el ejemplo de todo lo que está mal y no debe volver a repetirse, probablemente la peor ley autorizada en la historia de Chubut: 650 millones de dólares a altas tasas en corto tiempo, un cobro automático a través de un fideicomiso que se nutre de las regalías, y lo más grave, un destino del dinero poco claro.
Es el compromiso más fuerte heredado dentro de lo que Torres llamó la “bomba financiera” y que asegura no va a repetir para dejar ese legado a otra gestión. Por eso se habla de un nuevo préstamo que comience a vencer después de este último débito, y con cuotas mucho más “pagables”.
Con ese fin, comenzaron encuentros con el Banco Europeo, con una Agencia de Desarrollo de Francia y hay citas concertadas con fondos de Medio Oriente. La ventaja es que serían acuerdos bilaterales con el aval de Nación y una garantía directa, más accesibles que si fueran con organismos multilaterales como el BID o la CAF.
Diseño del proyecto
Los plazos de una mega obra de esta envergadura -que en total se prevé costará 160 millones de dólares- son todo un desafío, sumados al apuro del gobernador Torres, que pide a su equipo resultados inmediatos. Luego de la última visita a las instalaciones, desde Infraestructura se explicó a ADNSUR que hay dos alternativas: una es llamar a licitación lo antes posible con el anteproyecto que existe, y que el proyecto ejecutivo final quede a cargo del adjudicatario; o la otra es esperar a terminar el proyecto ejecutivo final por parte de la provincia.
En este último caso, se abren dos opciones: una es incluir toda la obra completa en una sola licitación; la otra, es dividir la obra en tres o cuatro ítems, para repartir el flujo de trabajo entre distintas empresas. En este último ejemplo, se harían convocatorias para distintas etapas de la obra, como la parte eléctrica, las cañerías, el bombeo y las cisternas.
De acuerdo a las averiguaciones realizadas por esta columna, se analiza un llamado desagregado: por un lado, la línea de 132 kv entre Cerro Negro y el Musters; por otra vía, el recambio de toda la cañería y de las válvulas; aparte, la instalación de nuevas bombas para asegurar un caudal constante y con mayor volumen; y cuarto ítem, la instalación de cisternas más grandes para asegurar mayores niveles de reserva ante posibles inconvenientes.
Mientras se habla con los inversores, se trabaja contra reloj en el armado del llamado y las condiciones de la obra, para que la licitación se demore lo menos posible: el gobernador pidió que se firme el contrato antes de fin de año. Si la obra comienza en 2026 y hay viento a favor, quizás en el final de su mandato Torres pueda inaugurar todo el nuevo acueducto, o una parte importante, como prometió en su discurso.
Hay un dato fundamental que va a acelerar los plazos: el gobierno ya cuenta con la autorización de una Ley de la Legislatura para avanzar con el préstamo, ya que en el primer mes de gestión la Cámara autorizó al Ejecutivo tomar hasta 200 millones de dólares.
Desafío
Un dato positivo: la noticia sigue siendo que Chubut va a endeudarse, pero parece haber quedado atrás la época de subsistir para pagar sueldos, y ahora el destino será una obra que beneficiará a más de 400 mil habitantes.
Ojalá los chubutenses aprendamos de los errores del pasado y nunca más exista otro Bocade, cuyo pago se prolongó durante más de una década y que en parte fue usado para que los intendentes puedan abonar los aguinaldos. Una locura de la que fueron parte varias figuras políticas de la actualidad -legisladores y jefes comunales- que es uno de los tantos errores por los que Chubut tocó fondo.
Ni hablar de cómo parte de ese dinero tomado en dólares a condiciones usurarias, y que iba a ser destinado a cancelar deuda heredada con proveedores -que nunca se especificó con claridad- fue utilizado para extorsionar a los acreedores, en un perverso sistema de retornos que derivó en la llamada causa “Revelación”.
Pasaron 9 años, y los comodorenses siguen sin tener garantizada el agua, así como la mayoría de los centros de encuentro siguen sin habilitarse, y aún se espera la inauguración del nuevo hospital de Trelew. Por citar algunos ejemplos de obras comprometidas en aquel empréstito que siguen en veremos.
Los anuncios de Torres dando su palabra, y la decisión de avanzar a fondo con un préstamo internacional, marcan que el gobernador se jugó un pleno con una obra emblemática: si le sale bien, quedará en la historia como el gobernador que solucionó definitivamente el problema del agua a la ciudad más importante de la región.
Tomó un riesgo enorme y apostó todo a ganador, sabiendo que -en caso de no cumplir- todos los vecinos de la región se lo van a recordar. Por ello, junto con la finalización de la doble trocha Trelew-Puerto Madryn, es una de sus grandes obsesiones y así se lo expresa cada día a su equipo de colaboradores. La decisión está tomada y ya no hay marcha atrás.
