Los legisladores de Chubut en el “reseteo” del mapa del Congreso: una negociación entre Torres y Milei que se juega voto a voto
De los 8 parlamentarios chubutenses, hay 4 previsibles porque están alineados en los extremos; y otros 4 del espacio del gobernador, inmersos en bloques heterodoxos y variopintos. Con la llegada de los libertarios al poder, el escenario político se partió en mil pedazos y gana la estrategia de apostar fichas en distintas mesas sobre la hora de cierre.
Tratar de explicar el nuevo escenario de la política nacional que se refleja en el mapa de bloques y cambios sorpresivos de votos en el Congreso es una tarea casi imposible, por la amplitud de información en juego que, además, cambia a cada minuto. Menos ambicioso, pero más concreto, es intentar analizar cómo se han movido los 8 legisladores de Chubut en estos 10 meses, especialmente los 4 que responden al espacio político del gobernador Ignacio Torres.
La última foto de la votación en diputados sobre el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario generó mucho rebote por lo sensible del tema, pero hay que ubicarla en el contexto más amplio de otras votaciones, y ver la película completa: temas como jubilaciones, blanqueo, ley de bases, capítulo fiscal con impuesto a las ganancias, fueron otros temas de fondo que obligaron a los legisladores a jugar sus fichas.
El repaso por ese camino permite entender que algunos legisladores se han mantenido firmes, siempre en el mismo lugar, y otros -los que deben acatar mandatos de líderes que negocian con el poder- han ido acomodando su postura según el momento.
Para meternos de lleno en el análisis hay que decir que la llegada al poder de La Libertad Avanza en diciembre implosionó el mapa de bloques al que estábamos acostumbrados y los chubutenses no son ajenos a este “reseteo” del mapa político, que lo sufrieron especialmente el espacio peronista y el de Juntos por el Cambio, en reposicionamientos en los que mucho tienen que ver los gobernadores.
En el nuevo mapa, el PRO con Mauricio Macri a la cabeza quedó separado del radicalismo, que también tiene sus propias divisiones internas, todo mezclado con posturas provinciales y gobernadores de partidos locales o incluso justicialistas que se mezclan en lo que se da en llamar un espacio “dialoguista”, abierto a negociaciones con el gobierno nacional.
Dentro de este río revuelto navegan los 8 legisladores de Chubut -cinco diputados y tres senadores- con posiciones que viene a cuento repasar, porque en algunos casos han sido muy claras y en otros son muy “resbalosas”, palabra que en el ambiente político alude a quienes no se dejan agarrar fácilmente.
Los 4 previsibles
La caracterización de “previsibles” no es peyorativa, sino descriptiva: nos referimos a aquellos legisladores que en todas las votaciones en lo que va del nuevo mandato, levantaron la mano de la manera que se esperaba, porque acompañaron a su espacio político sin dar ninguna sorpresa.
Nos referimos de este modo a quienes están por un lado en el espacio opositor enfrentado ideológicamente al gobierno de Javier Milei, que son el senador Carlos Linares y los diputados José Glinski y Eugenia Alianello, todos de la bancada de Unión por la Patria, en el amplio movimiento del peronismo.
Y por el otro lado, en la vereda de enfrente, al diputado que está referenciado en el gobierno nacional, el empresario comodorense César Treffinger, de La Libertad Avanza, que votó siempre de acuerdo a lo que su bloque decidió en sintonía con la Casa Rosada.
Los cuatro casos son dos caras de la misma moneda; juegan un partido con la camiseta puesta desde el vamos, y no se prestan a cambios imprevistos. Los de Unión por la Patria votan contra las medidas de la Nación, mientras que Treffinger -referente del espacio de Karina Milei en Chubut para 2025- acompaña toda iniciativa oficialista y se encarga de votar en contra de aquello que atente versus el proyecto libertario.
La más fiel a Nacho
Para dar orden al análisis, vamos a dividir a los 4 legisladores que nos quedan, que están todos en el pragmático espacio que conduce el gobernador Ignacio Torres: hablamos de las senadoras Edith Terenzi y Andrea Cristina, y los diputados Jorge Ávila y Ana Clara Romero.
Todos fueron electos dentro de una boleta que llevaba la sigla Juntos por el Cambio, pero ese bloque hoy no existe más, ya que se partió en mil pedazos en diciembre de 2023. Cómo se reacomodaron cada uno de ellos y a que estrategia obedecen, es lo más pertinente de nuestro análisis.
Comenzando por las dos senadoras, hay una diferencia notoria entre ambas: Terenzi llegó a la Cámara Alta en la misma boleta que Torres en 2021 y desde siempre se referenció en él como su líder. Tienen una alta simbiosis (probablemente es la más fiel de los 4 al gobernador) y siempre integró los micro espacios que el mandatario fue tejiendo.
Estuvo con él en el mini bloque Integración y Desarrollo Chubutense, y luego ambos conformaron Cambio Federal junto al salteño Juan Carlos Romero y la neuquina Lucia Crexell. Cuando Torres asumió como gobernador, Terenzi -que de todos modos es afiliada radical y tiene un excelente diálogo con la bancada que conduce Martín Lousteau- siguió en ese espacio que sufrió varias metamorfosis hasta la última que fue anunciada, la creación de un nuevo bloque.
En un acuerdo de gobernadores que tuvo a Torres como actor central, se conformó una nueva bancada llamada Las Provincias Unidas, con seis senadores: además de Terenzi, el correntino Carlos "Camau" Espínola, el entrerriano Edgardo Kuider, la cordobesa Alejandra Vigo, y los sobrevivientes de Cambio Federal, Crexell y Romero.
De este modo, el nuevo mapa del Senado muestra a Unión por la Patria como bloque más grande (33 senadores), seguido por la UCR (14), PRO (6), La Libertad Avanza (6), Las Provincias Unidas (6), Por Santa Cruz (2), Frente Renovador de la Concordia (2), y los tres unipersonales que son Juntos Somos Río Negro, Partido por la Justicia Social (Tucumán) y Libertad, Trabajo y Progreso.
Las posturas de Terenzi la han mostrado votando de manera alternativa al gobierno de Milei: acompañó la Ley Bases con reservas -no votó como todos los chubutenses el Impuesto a las Ganancias-, y la Ley de Blanqueo. Pero en contra de la idea del gobierno libertario, acompañó la Ley de Movilidad Jubilatoria y la Ley de Financiamiento Universitario, en sintonía con sus pares radicales.
Impredecible
Cuando hablábamos de diferencia notoria entre las dos senadoras del espacio nachista, es porque en el caso de Andrea Cristina, la contadora comodorense (que probablemente sea la más joven de la Cámara con 33 años) ingresó al Senado como segunda suplente, al asumir Torres como gobernador y su reemplazante natural, Matías Taccetta, como intendente de Esquel.
Cristina asumió en diciembre sin haber ocupado jamás un cargo público, con apenas 32 años -era más joven que Torres al momento de jurar en la misma banca- siendo era una absoluta desconocida para todo el ambiente, salvo para Ana Clara Romero, su mentora y quien la puso en la lista.
Sin dudas, es la más impredecible de los legisladores, que incluso ha llegado a despistar más de una vez al gobernador, haciendo lo contrario a lo charlado. Jugando con una mezcla de inocencia naif y desfachatez, se ha llegado a mostrar en primera fila aplaudiendo una polémica iniciativa de la vicepresidenta Victoria Villarruel en defensa de victimas de organizaciones guerrilleras que no tuvo respaldo ni del gobierno de Milei ni del mismo gobierno chubutense.
Ya hemos narrado con lujo de detalles su inolvidable debut, votando en contra de un proyecto del mismo Ignacio Torres y evitando que fuera tratado sobre tablas, en algo que el mismo gobernador definió luego como una “equivocación” pero que -pasado el tiempo- tuvo todo el olor a un boicot orquestado en ese momento con aval de Ana Clara Romero.
Si algo mostró ese día Cristina y confirmó luego, es que es mucho más avispada de lo que muchos que la subestiman creen, y que su aire de inocencia le viene como anillo al dedo como un escudo de defensa.
Si bien Cristina originalmente debía integrar también Cambio Federal, siempre jugaba al mismo tiempo con el bloque del PRO, y esto se terminó de blanquear hace dos meses: Terenzi quedó en un bloque y ella en otro, una estrategia que Torres aplica también en Diputados con Romero y Ávila, y que otros gobernadores del PRO también implementan, como es el caso del entrerriano Rogelio Frigerio.
La senadora Andrea Cristina ha votado en general con el gobierno de Milei en la gran mayoría de los temas, pero -al igual que su colega chubutense Terenzi- votó junto con la oposición la cuestión de jubilaciones y la Ley de Financiamiento Universitario.
Relación fluctuante
En el caso de la diputada Ana Clara Romero, su relación política con el gobernador Ignacio Torres ha sufrido varias fluctuaciones. En este caso, hablamos de una figura con peso propio, que se considera patrona del territorio del PRO en la zona sur y una de las principales referentes en la provincia, con llegada directa a su líder natural, que es Mauricio Macri.
Romero -asumió en 2021 y su mandato vence en diciembre de 2025- nunca movió los pies del plato, y siempre ha votado con el PRO, siendo la que más veces ha levantado la mano a favor del gobierno de Milei, casi en sintonía con el libertario César Treffinger.
El apoyo de Romero al oficialismo se notó en varias votaciones a lo largo del año, y de manera muy evidente en la última contra la Ley de Financiamiento Universitario. Fue la única chubutense además de Treffinger que votó a favor de Milei y salió a explicarlo públicamente en sus redes, al sostener que era mentira que estaba en juego la universidad pública, asumiendo seguramente un alto costó político que no le habrá ganado votos en la sede Comodoro de la Universidad Nacional de la Patagonia.
De hecho, hemos comentado en febrero que fue la única legisladora (incluso sumando a los peronistas) que no se sumó a la postura de Ignacio Torres cuando se enfrentó en febrero con el gobierno de Milei por la puja de fondos de la coparticipación. Sin dudas fue el momento más frío de la relación entre ambos, que ahora pasa por un nuevo “enamoramiento”.
Después de aquellos cortocircuitos, el gobernador y la diputada de Comodoro han retomado el diálogo: ahora hay consultas antes de votar, se definen estrategias y el mandatario -que antes la dejaba afuera de los candidateables- la incluye entre las principales aspirantes para las elecciones de 2025.
El mensaje del gobernador a Romero parece ser de disciplinamiento: si acata su mandato y no actúa como librepensadora, tiene chances de repetir, pero si saca los pies del plato, quedará fuera de la boleta. Es un tema para nada menor en la carrera de Romero para volver a presentarse por tercera vez en 2027 como candidata a intendenta de su ciudad.
Todas las miradas
Para el final del análisis, dejamos al diputado que hoy está en el centro de todas las miradas incluso en las crónicas parlamentarias nacionales, como es el petrolero Jorge “Loma” Ávila, quien sin dudas fue el pase político del año en 2023 anticipado por ADNSUR, del peronismo a las filas del nachismo.
La relación Ávila-Torres a lo largo del año no ha sido una unión estrecha, con momentos más fríos y otros más carnales -como el actual- en una relación que se afianza al calor de acuerdos con el núcleo duro del gremio petrolero y que fue facilitada por un acercamiento con intermediarios de peso.
Ávila llegó a su banca en diciembre dentro de la boleta de Juntos por el Cambio, pero -por indicación del gobernador Torres- se sumó a un bloque que es tan heterogéneo que cuesta explicarlo. Hablamos de la bancada que conduce el diputado rionegrino Miguel Pichetto, que se llamaba Hacemos Coalición Federal, y que fue rebautizada como Encuentro Federal. Cuenta con 16 miembros, entre los que hay ex referentes de Juntos por el Cambio, peronismo disidente, oficialismo cordobés y socialismo santafesino, entre otros.
Además de Pichetto es fuerte el cordobés Oscar Agost Carreño, y hay otras figuras de peso de todos los colores, como Emilio Monzó, Nicolás Massot, Ricardo López Murphy, Margarita Stolbizer y Florencio Randazzo. También están los cordobeses Juan Brügge, Natalia de la Sota, Ignacio García Aresca, Carlos Gutiérrez y Alejandra Torres; los santafesinos Mónica Fein y Esteban Paulón; el entrerriano Francisco Morchio.
Aquí hay presencia estratégica de gobernadores que están “en la vereda del medio” como Torres, tal el caso del cordobés Martín Llaryora y el entrerriano Rogelio Frigerio. Se trata de un bloque que ha jugado de manera disímil con las iniciativas de Milei, acompañando algunas pero últimamente, con posturas mucho más combativas.
Por ejemplo, con la Ley de Movilidad Jubilatoria, Ávila fue uno de los diputados que votó contra el veto de Milei y castigó duramente a los diputados que no permitieron mantener la ley original.
En cambio, respecto a la Ley de Financiamiento Universitario, se esperaba que este bloque tuviera la misma postura, pero sufrió varias bajas, entre ellas, la del mismo Ávila, quien se ausentó a último momento por un inesperado cuadro de salud que lo obligó a internarse, según la información del mismo diputado.
Hay que recordar que Ávila ya se había ausentado en agosto cuando se aprobó la ley original por 143 a 77, pero se creía que esta vez iba a ser de la partida, más después de la reunión que mantuvo en el Congreso el mismo Torres -después de la presentación del proyecto de Hidrógeno Verde- con los referentes de Encuentro Federal, comprometiendo su voto.
Grande fue la sorpresa de Pichetto y compañía cuando vieron que el petrolero no aparecía el miércoles en el recinto. Inmediatamente en los pasillos de la Cámara Baja allí se generaron todo tipo de suspicacias que reflejaron varios medios porteños, leyendo la ausencia de Ávila dentro de un supuesto acuerdo a último momento del gobernador chubutense con Nación para impedir que la oposición lograra los dos tercios para rechazar el veto.
Tanto se habló de las sospechas, que a través de las redes oficiales del diputado se explicó que su ausencia se debió a “una intervención quirúrgica” y se citó un parte médico según el cual “actualmente se encuentra internado en el Hospital Pueyrredón de la Ciudad de Buenos Aires” al cual ingresó el martes 8 de octubre para ser intervenido quirúrgicamente por “un absceso en tórax”.
El parte aseguró que el paciente “se encuentra con drenaje y curaciones compresiva” y que "continúa internado con evolución favorable”. Lo que confundió de la aclaración, es que habla del Hospital Pueyrredón en Buenos Aires, cuando el documento difundido menciona a la Clínica Pueyrredón, ubicada en Olavarría 292 de Comodoro Rivadavia.
El episodio hizo recordar a los memoriosos un acontecimiento similar que tuvo como protagonista al ex diputado comodorense Sergio Brúscoli en la Legislatura en 2017, quien -aduciendo una descompensación- “sufrió” antes del inicio de una sesión una breve internación (incluso habían circulado fotos con el suero en el brazo y cara de circunstancia) en el Hospital Santa Teresita para evitar tener que votar para desbancar a su amigo Edgardo Alberti como secretario legislativo.
Pases de factura
Ana Clara Romero se hizo cargo de su voto a través de sus redes, explicando los fundamentos, pero la ausencia de Ávila, a pesar de los documentos clínicos, sigue generando suspicacias, y la mayoría de las miradas le apuntan al gobernador Torres, quien no ha expresado su postura respecto a si apoya o rechaza la Ley de Financiamiento Universitario.
Así lo expresó en un posteo en su cuenta de X el diputado José Glinski, quien señaló “la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco es un actor central de la vida política, social y económica de la nuestra provincia. ¿Qué respuesta piensa dar el Gobernador @NachoTorresCH sobre el rol de sus diputados durante el día de hoy?¿Por qué Romero votó en contra y Ávila se ausentó? ¿Se lo pidió el Gobernador? Queremos saber por qué los diputados de su fuerza política votaron en contra del financiamiento universitario y cuál es la verdadera posición de @NachoTorresCH sobre este tema”, desafió.
Al cierre de esta columna, desconocemos la postura de Ignacio Torres sobre el tema, porque no la ha hecho pública, y si hubo o no charlas o algún tipo de acuerdo con Nación por el voto de algún legislador chubutense.
Lo único que dijo el mandatario al respecto, al participar de un acto en Camarones junto a Ana Clara Romero, es que habrá una postura firme de los legisladores de Chubut para reclamar lo que le corresponde a la provincia en materia de fondos y obras para el próximo presupuesto 2025.
Lo que sí se conoce es su lectura respecto a que este escenario político tan atomizado, al que ve como algo favorable, porque hay terreno fértil para la negociación. Para Torres es positivo este nuevo mapa heterogéneo y volátil, donde hay 4 de los 8 legisladores nacionales que navegan en las aguas del pragmatismo, y donde se busca hacer valer al máximo cada voto.
La historia dirá, por un lado, si fueron bien defendidos los intereses de la provincia; y por el otro, si algunas posiciones se pagarán o no con el costo de la desconfianza del electorado, que en definitiva, tiene la última palabra.