Un informe presentado por el área de Enfermedades Zoonóticas del Ministerio de Salud en las recientes reuniones con concejales de la ciudad da cuenta de que en 2020 se registraron 4 casos positivos de hidatidosis, manteniéndose una media de entre 2 y 3 casos por año durante el período iniciado en 2009. Según el registro, hubo durante el año pasado unas 664 mordeduras denunciadas. Los datos forman parte del análisis que da soporte a la ordenanza que el Concejo Deliberante buscará aprobar en la sesión del próximo 30 de septiembre.

La normativa en la que vienen trabajando los ediles tiene puntos de consenso en torno al objetivo de incrementar la cantidad de castraciones gratuitas en los distintos barrios de la ciudad, a la espera de lograr una reducción paulatina de la población canina; pero hay polémica en torno al uso del dispensario.

La reproducción sin control es uno de los principales problemas que busca acotar la normativa en debate.

Actualmente se estima que habría alrededor de 125.000 perros distribuidos en el ejido urbano, aunque no hay datos precisos sobre la población total, que en muchos casos se encuentran en una situación de calle, incluso cuando hay domicilios cuyos propietarios no asumen su responsabilidad.

Registros de hidatidosis y mordeduras

Según el informe “Enfermedades Zoonóticas: situación Comodoro Rivadavia”, presentado durante una reunión celebrada en el Concejo Deliberante el 14 de septiembre último, en la ciudad se registraron 4 cases positivos de Hidatidosis en el año 2020. 

Si se considera una población de alrededor de 230.000 habitantes, esa cantidad de casos implicaría 1,8 por cada 100.000 habitantes. Vale recordar que la enfermedad se transmite por un parásito existente en las heces de los perros que se alimentan con vísceras crudas. La deposición en las veredas facilita la transmisión hacia las personas, por factores ambientales.

La presentación muestra la evolución desde el año 2009, en la que se contabilizan 29 positivos desde el inicio de ese período, con una media de alrededor de 2,5 diagnósticos positivos por año. Así, el reporte de 2020 muestra una marca en crecimiento. El informe da cuenta también del rango de edad de las personas afectadas, que son preeminentemente mayores de 15 años.

Registro de casos de hidatidosis reportados entre 2009 y 2020 en Comodoro Rivadavia.

El trabajo focaliza los barrios donde se registraron más contagios: los de mayor incidencia son San Cayetano, San Martín y La Floresta, con 4 casos cada uno, acumulados entre 2009 y 2020. Stella Maris declaró 3 positivos en igual lapso; y Juan XXIII, Ciudadela y km. 8 contaron 2 contagios. 

El informe de zoonosis da cuenta también de que en años anteriores se realizaron búsquedas de “portadores asintomáticos para hidatidosis”, detectándose un total de 248 casos en el año 2014, en la Escuela 169 de barrio Stella Maris y 254 en 2016, en la Escuela 171.

En cuanto a la cantidad de mordeduras, en el año 2020 se registraron en Comodoro Rivadavia un total de 664 hechos, lo que representó más del doble que la segunda ciudad con mayor cantidad de casos, que fue Puerto Madryn, con 312; el cuádruple de Esquel, con 150 y cinco veces más que Trelew, con 128. En los casos de la región debe sumarse Rada Tilly, con 63 denuncias.

En la actualidad, las situaciones de mordeduras no tienen resolución práctica, ya que como reconoció el director de Abasto y Veterinaria días atrás, al indicar que si bien se canalizan presentaciones desde comisarías o juzgados de Paz, el municipio no cuenta con herramientas legales para intervenir. Esto da lugar también a que puede haber otra cantidad importante de casos que directamente no son denunciados.

El informe oficial que fue evaluado por los concejales da cuenta de algunos censos parciales. Según el programa de hidatidosis, a partir de un relevamiento realizado en Centros de Salud provinciales, se consignaron 2.700 canes en relación a 6.500 personas censadas por Trabajadores Comunitarios de Salud en Terreno. 

“Esto representa un 41 por ciento de perros entre las personas censadas –señala el relevamiento-, lo que supera lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, que refiere que la población de canes no debe exceder el 10 por ciento de la población humana”. 

Vale recordar que Provincia cuenta con 13 Centros de Salud en los que se hizo el censo, pero restaría relevar otros 14 consultorios que dependen del municipio. 

La ‘grieta’ abierta por los callejeros y el debate que viene

Si finalmente el jueves 30 de septiembre se trata el tema, como anticipó el concejal Gustavo Reyes días atrás en contacto con ADNSUR, habría dos proyectos de ordenanza con diferencias importantes, entre el oficialismo y el bloque de la oposición. 

Aunque en general las iniciativas coinciden en la necesidad de incrementar el número de castraciones que se hacen actualmente en forma diaria, la diferencia substancial pasa por el hecho de cerrar o abrir un dispensario canino en el que se tendría que albergar a los perros ‘callejeros’, es decir los que no tienen un hogar.

Tal como anticipó esta agencia, el proyecto del Frente de Todos apunta crear un sistema de castraciones y atención pública de salud animal, pero instituyendo la figura del “perro comunitario”. 

"Tenemos un proyecto de ordenanza para el siglo XXI", aseguró el presidente del FDT, concejal Daniel Vlemichx.

Según esa concepción, el programa de castraciones, que debería llegar a alrededor de 200 intervenciones quirúrgicas por día, prevé también la desparasitación y esquema completo de vacunación para el animal, pero devolviéndolo al mismo lugar de la vía pública en que se encontraba previamente.

La ordenanza declara de “Interés Público el control de equilibrio poblacional de perros, gatos, y el cuidado  responsable de mascotas, en virtud que lo referido a la  superpoblación animal que afecta la salud y seguridad pública”.

La norma propone crear “el Centro Municipal de Salud Animal y Zoonosis (C.M.S.A.Z), el cual elaborará, desarrollará e implementará políticas  adecuadas para la preservación de la salud animal procurando así  evitar zoonosis y antropozoonosis”.

Uno de los artículos más significativos es el número 11, que prevé castrar a perros y gatos, pero devolverlos a su lugar en la vía pública, ya que reconoce a los animales comunitarios, pero taxativamente aclara que “tales animales no serán retirados de la vía pública”.

La adopción responsable es el camino ideal, de la mano con las castraciones masivas.

Tal como informó esta agencia en la última semana, ese punto resulta controversial no sólo por lo que propondrá el bloque de Juntos por el Cambio, sino con la visión de un sector del Ejecutivo municipal, desde donde se cree que es necesario contemplar un espacio de alojamiento temporal para determinados perros que pueden resultar agresivos o causar accidentes. 

“Esa visión es retrógrada”, responden desde el seno del bloque oficialista, admitiendo que también las opiniones están divididas hacia el interior del gobierno municipal: un ala cree que se debe prever un dispensario como hogar transitorio y otra rechaza esa posibilidad.

Desde JxC, apuestan al dispensario y propone eutanasia para animales peligrosos

El proyecto que buscará aprobar Juntos por el Cambio y que seguramente será objeto de dictamen por minoría reitera la necesidad de incrementar las castraciones, proponiendo un número no inferior a 40.000 intervenciones anuales, pero se diferencia principalmente en que propone recuperar el funcionamiento del dispensario municipal, que está creado por una resolución del 2004, pero que en la práctica ha dejado de funcionar hace varios años.

Concejal Tomás Buffa, presidente del bloque de Juntos por el Cambio, que impulsa un proyecto alternativo para los perros callejeros.

Dispone además un registro único de canes en el que deberán inscribirse todos los perros de la ciudad, sin cuya identificación estará prohibida la circulación en la vía pública:

“Todo can que deambule en la vía pública, en contravención con las  disposiciones precedentes, será capturado por la Dirección de Veterinaria y Control  Sanitario de esta Municipalidad –indica el proyecto de JcC en su artículo 10- y/o quien posea la concesión del servicio de captura  y recolección de canes en la vía pública, y llevado al Dispensario Municipal”. 

En complemento con dicha ubicación en el dispensario, el proyecto contempla también un programa de adopción responsable, a promover desde el municipio, a fin de ubicar a los animales retirados de la vía pública. 

Aunque promueve la declaración de “municipio no eutanásico”, la iniciativa abre la puerta para el sacrificio de animales con alto riesgo de agresividad: “Los animales que se consideren potencialmente peligrosos o  aquellos que tengan antecedentes de haber mordido y/o atacado a alguna persona  no podrán ser entregados en adopción –aclara la iniciativa, para agregar en su artículo 17-. En el caso en que deba recurrirse a la eutanasia, ésta debe practicarse del modo más inmediato e indoloro posible, solo reservado al caso de animales enfermos, y de aquellos con antecedentes de ser agresivos, que se consideren potencialmente peligrosos y por lo tanto no aptos para cederlos en adopción”.

Los problemas que no se resuelven sólo con la norma

Queda claro que aún cuando se aprueba una ordenanza en los próximos días, el problema y la discusión estarán lejos de ser saldados. Es que cualquiera sea el camino adoptado, quedan interrogantes por responder: ¿cómo se resolverá el problema de la materia fecal en las veredas y calles?

Esta pregunta cabe tanto para el caso de que se sostenga la defensa del “perro comunitario” como si se avanzara en un dispensario, ya que frente a la población de animales callejeros hoy sería impensable el volumen de materia fecal a limpiar y alimento que sería necesario sostener ese espacio. 

La mención a las heces de los animales, aun de los que tienen dueño, no es un problema menor, ya que allí se ubica la presencia de parásitos que pueden derivar en potenciales enfermedades para las personas, por lo que se transforma en un grave desafío para la salud pública.

Según un informe publicado en la ‘Revista Argentina de Salud Pública’ por Claudia Torrecillas, bioquímica y docente de la Universidad Nacional de la Patagonia, a partir de un relevamiento realizado en los barrios Stella Maris y Caleta Córdova, hay una gran cantidad de parásitos en la vía pública:

Claudia Torrecillas, bioquímica e investigadora de la Universidad Nacional de la Patagonia. "Los casos de hidatidosis pueden ser 20 veces más que los reportados", advirtió.

 "De las 156 muestras compuestas de Heces Caninas Ambientales analizadas,  59 correspondieron al barrio Caleta Córdova y 97, al barrio Stella Maris –indica el resumen del trabajo, publicado en diciembre último-. Del total de muestras, el 63 por ciento presentó más de un género parasitario. (…) Los parásitos más  abundantes en Caleta Córdova fueron Toxocara spp. y Blastocystis spp. y en el barrio Stella Maris, Toxocara spp. y Giardia spp”. 

El Toxocara puede provocar trastornos respiratorios y oculares, mientras que el Blastoc y Giardia pueden provocar síndromes de mala absorción y déficit de aprendizajes. “Son enfermedades silenciosas, que perpetúan también la pobreza”, explicó la investigadora ante la consulta para este informe.

En relación a la hidatidosis, Torrecillas dejó otro dato inquietante: 

“Se estima que la cantidad de casos reales son 20 veces más que los reportados, porque no hay una búsqueda activa en la población, sino que la enfermedad se registra cuando las personas comienzan con algún tipo de síntoma”, advirtió finalmente.

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