A 30 años: la historia de los pingüinos empetrolados en Caleta Olivia y la catástrofe ecológica más impactante en décadas

A principio de la década del '90, Caleta Olivia era un lugar tranquilo, apacible. Un pueblito azul, tal como la describió e inmortalizó en 1975 el cantautor Daniel Toro con su prosa y música. Era una localidad que atrás había dejado el movimiento de su economía a través de la lana, los ferrocarriles, los puertos y la importación, para dar espacio a la explotación petrolera. Al oro negro, esa riqueza que consigo traía promesas de un mejor pasar, una industria que venía de la mano del progreso, un panorama con un bienaventurado porvenir.

Sin embargo, el petróleo iba a ser algo más que bonanza, también sería contaminación, perjuicio para la flora y la fauna local. Muerte.

Hace unos 31 años se produjo una de las catástrofes ambientales más importantes del siglo pasado. Cientos y cientos de aves y de fauna marina perecerían por causa de derrames de petróleo, una situación que puso en jaque al ecosistema y dio inicio a la creación de la Fundación Centro Ambiental de Apoyo a la Ciencia y a la Ecología (CADACE).

Avutardas, gaviotas, pingüinos, patos, cisnes, y otras especies murieron en los grandes piletones, a cielo abierto, que las multinacionales que explotaban el recurso petrolero dejaban irresponsablemente en la zona, en cercanías al litoral marino costero, ocasionando así un desastre de significativa magnitud. Allí tomó cartas en el asunto el CADACE, con un grupo de voluntarios, salvando la naturaleza, denunciando a los gigantes capitalistas por su negligencia.

LA OTRA CARA DEL PETRÓLEO

La historia de los pinguinos empetrolados se hizo popular en toda la Argentina, pasó de boca en boca y por los medios de comunicación nacionales llegó a cada rincón del país, movilizando también a importantes figuras de la época, que se dieron cita en Caleta Olivia, para sumarse a trabajar e incentivar a otros sobre el cuidado del ambiente y la ecología.

Así fue el CADACE comenzó a rescatar a la mayoría de la fauna afectada por petróleo, ante los derrames marinos o terrestres, y a animales de diversas especies heridos por la ambición del hombre.

Desde su creación, la Fundación trabajó fundamentalmente en el rescate, estabilización, lavado o intervención, alimentación hasta su recuperación, y luego, en la incorporación a su hábitat natural. Todas estas actividades que involucraban voluntarios y la intervención de médicos veterinarios de la localidad.

Asi fue que personalidades del mundo del espectáculo, de la música, de los medios de comunicación del país, se reunieron en la ciudad de El Gorosito como voluntarios para trabajar en el salvamento de varias especies empetroladas, sino también que llevaron el tema a sus programas, para que el pueblo conozca y se entere de lo que pasaba en estas tierras patagónicas.

A la visita de figuras mediáticas como Cris Morena, Nacha Guevara, Jorge Guinzburg, Lucho Avilés y Manuel Wirzt, se sumaron Julian Weich desde su programa “El Agujerito Sin Fin” y hasta el periodista Mariano Grondona en su envío “Hora Clave”. Además, es muy recordada una campaña de concientización que se hizo en plena calle Florida, en Capital Federal (hoy CABA), donde se expusieron algunas de las especies muertas por causa del petróleo.

LA DEFENSA DEL AMBIENTE

La Fundación CADACE, es una institución sin fines de lucro que desde hace más de tres décadas, se dedica a la preservación y conservación del ambiente. Dentro de las actividades que se realizan allí, se destacan: educación ambiental, el apoyo a proyectos de investigación científica, la recuperación de fauna autóctona afectada por el hombre, la creación e impulso de nueva legislación ambiental y conservacionista, la detección, denuncia, seguimiento y resolución  de problemas ambientales, el desarrollo de actividades náuticas y recreativas tendientes a valorizar el ambiente natural, y también la contención de jóvenes en riesgo.

El CADACE está ubicado en el kilómetro 1916 de la Ruta Nacional Nº 3, a unos diez kilómetros al sur de  la ciudad de Caleta Olivia.

La ubicación geográfica de la Fundación hace que se encuentre en un sitio privilegiado para la recuperación de fauna, la educación ambiental y los deportes náuticos, ya que posee casi 200 metros de costa frente al mar y una superficie de 14 mil metros cuadrados sobre el continente, totalmente cerrados con alambre olímpico de 2 metros de altura, lo que facilita el trabajo de recuperación y reinserción a su habitat natural de animales marinos y terrestres.

LAS DENUNCIAS

La Fundación CADACE fue la organización que denunció la catástrofe más grande de la avifauna del mundo, logrando gracias a sus denuncias, seguimiento y perseverancia, que las petroleras multinacionales que operan en todas las provincias de la Argentina, hayan  tapado y  saneado las miles de piletas de petróleo a cielo abierto que existían desde hace décadas. 

En la actualidad, y gracias a  la intervención del CADACE, esta modalidad de vuelco de hidrocarburo en piletas a cielo abierto, ha sido erradicada de las prácticas de trabajo en todo el país.

Por otro lado, cabe remarcar que desde hace más de 31 años la institución, se dedica también a la Educación Ambiental. Desde sus inicios hasta hoy, han concurrido a sus instalaciones más de 20 mil alumnos de distintos niveles educativos y de diversas ciudades. Particularmente los estudiantes de la Escuela de Biología Marina de la ciudad de Caleta Olivia, quienes desde su creación, utilizan gratuitamente las instalaciones de esta Fundación para el desarrollo de todas las actividades prácticas, entre las que se encuentran el buceo, guardavidas y la náutica, esenciales para su formación.

Asimismo, en su historial, el CADACE también ha brindado apoyo y se ha vinculado a distintas Universidades Nacionales, Escuelas Públicas y Privadas de la Región, Empresas Petroleras y de Servicios, Fuerzas de Seguridad Nacional y Provincial, Parques Nacionales, Hogares de Ancianos, Escuelas Especiales, Organismos del Estado, Clubes Náuticos, Deportistas, Expedicionarios, y otros, en pos del trabajo de concientización, sensibilización e investigación de lo inherente al patrimonio natural marino costero de la región.

Más de tres décadas de servicio, de voluntarios, vecinos y vecinas que han dado de su tiempo y de su esfuerzo para que pese a los problemas que ocasionara la industria petrolera en la zona, hoy hayan cesados esas prácticas contaminantes y destructivas para con un ecosistema que cada día se solidifica merced al esfuerzo colectivo, al trabajo en equipo y desinteresado, de parte de quienes bajo la motivación de hacer un “mundo mejor” contagian una fuerte convicción de servicio y de conservación por el medio natural, nuestro hogar.

(Fotos del archivo del CADACE)