El doloroso septiembre de los Cedrón: tres muertes por COVID-19 en diez días
A cinco años de la pandemia, el testimonio de Juan Cedrón recuerda el impacto devastador del coronavirus en Comodoro Rivadavia. Su padre y dos hermanas murieron en un lapso de diez días, mientras él luchaba por su vida en coma.
Han pasado cinco años desde el inicio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), pero para muchas familias argentinas, la pandemia dejó heridas que aún duelen. La historia de Juan Cedrón, residente de Comodoro Rivadavia, es un testimonio conmovedor del impacto del COVID-19. En septiembre de 2020, en apenas diez días, perdió a su padre y a dos hermanas. Él mismo estuvo en coma durante 19 días y pasó más de un mes hospitalizado. Hoy, con la vida marcada por la ausencia de sus seres queridos, recuerda aquellos momentos de tragedia y resiliencia.
"Bueno, ahí fue la noticia... cuando desperté me dijeron de la partida de mi viejo y el fallecimiento de mis dos hermanas. A cinco años de la pandemia, eso nos cambió la vida para siempre", relata Juan en una entrevista exclusiva a ADNSUR. Aquel mes de septiembre quedó grabado a fuego en su memoria.
Su padre, quien recibía diálisis periódicamente, se contagió de COVID-19, desatando una cadena de contagios en la familia. "Mi viejo se hacía diálisis, se contagió ahí y nos contagiamos todos. Me fueron a sacar del departamento en su momento, vivía en las Torres. Me fueron a buscar y quedé internado, 19 días en coma y más de 38, 40 días en recuperación", recuerda sobre su dura lucha contra la enfermedad.
Mientras él permanecía hospitalizado, su familia enfrentaba la peor tragedia. "Todo fue en septiembre. Mi papá el 12, mi hermana Graciela el 16 y Luis el 22. Los tres por COVID", relata con dolor. En solo diez días, el virus les arrebató tres vidas. Los Cedrón son gente muy vinculada al deporte y muy querida en la ciudad que los vio nacer. Por eso hubo constantes oraciones por sus vidas y numerosas pruebas de solidaridad y afecto.
El COVID-19 cambió al mundo, pero para Juan Cedrón, la pandemia fue sinónimo de pérdida. Sin embargo, a pesar del profundo dolor, encontró fuerzas para seguir adelante. "Uno lo recuerda, pero la vida continúa. Hoy, por suerte, puedo disfrutar de mi hijo, de mi familia... por eso se continúa", reflexiona.
El testimonio de Juan es un reflejo de las cicatrices que dejó la pandemia en miles de familias argentinas. A cinco años de aquel fatídico período, Juan mantiene viva la memoria de sus seres queridos y, a la vez, transmite un mensaje de esperanza y resiliencia.
QUÉ RECUERDAN LOS COMODORENSES DE LA PANDEMIA
El 20 de marzo de 2020, Argentina entraba en aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) debido a la pandemia de COVID-19. Cinco años después, los habitantes de Comodoro Rivadavia recuerdan cómo vivieron aquellos días de encierro, incertidumbre y cambio.
Estuvo caracterizada por un notable vacío en las calles, donde los supermercados y farmacias se convirtieron en los pocos espacios con actividad, aunque marcados por largas filas y estrictas restricciones. Este aislamiento forzado no solo alteró las dinámicas sociales, sino que también transformó la educación de los más jóvenes, quienes enfrentaron un giro radical en sus métodos de aprendizaje y socialización. Además, el encierro propició la adopción de nuevos hábitos, marcando un antes y un después en la vida cotidiana de los argentinos.
A cinco años del inicio del ASPO, los comodorenses miran hacia atrás con una mezcla de nostalgia y alivio. La pandemia dejó huellas en cada familia, en la economía y en la forma de relacionarnos, pero también enseñó el valor de la adaptación y la resiliencia en tiempos inciertos.
