La trágica epidemia que sufrió Comodoro Rivadavia y afectó a los más pequeños
En los albores de su fundación, la ciudad enfrentó una devastadora epidemia que impactó de manera desproporcionada a la población infantil, revelando las vulnerabilidades del sistema de salud y la necesidad urgente de medidas preventivas. Este brote, que se propagó rápidamente entre los más jóvenes, no solo puso a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades sanitarias, sino que también generó un clima de angustia e incertidumbre entre los habitantes, quienes se vieron obligados a lidiar con el sufrimiento de sus hijos y la falta de recursos adecuados para enfrentar la crisis.
La historia de Comodoro Rivadavia, que comenzó como un humilde pueblo, está marcada por un trágico episodio que tuvo lugar entre 1907 y 1908, cuando la ciudad enfrentó su primera y única epidemia, afectando severamente a la población infantil. La difteria y la escarlatina se propagaron con rapidez, provocando la muerte de varios niños, entre ellos cinco de los hijos de la familia Spinazzola-Ruso: Rosa, de 12 años; Sara, de 5; Ida, de 6; Stella, de 14; y Joaquín, de apenas 2 años, todos fallecidos en un lapso de solo tres semanas, entre el 23 de abril y el 15 de mayo de 1908, un hecho que dejó una huella profunda en la memoria colectiva de la comunidad.
En ese entonces, en el poblado no había médico. Recién en 1909 llegó Julio Lavodcat; tampoco había farmacia, y el fundador de la ciudad, Francisco Pietrobelli, tuvo que hacerse cargo de la situación hasta que llegaron los enviados de la Nación, luego de 12 días. Es que en ese momento tampoco había aviones ni colectivos de larga distancia, solo caballos y barcos.
Como método preventivo, la población decidió refugiarse en sus casas con sus familias en los establecimientos de campo, aislados.
Cuenta la historia, recuperada en los libros Comodoro 70 y Crónicas del Centenario, que luego, ante cualquier irritación de garganta en un niño, los vecinos buscaban alguna estancia para alejarse del poblado. Es que solo en ese pequeño período murió la mitad de la población infantil.
La mayoría de la población que iba llegando al pueblo era de origen inmigrante. Es probable que las epidemias hayan llegado con la población que iba llegando. “Además, se potenciaba mucho en el caso del pueblo en ese momento por las condiciones de salubridad que eran paupérrimas y la falta de servicios. Eso agravó todo el cuadro y afectó a la población infantil”, explicó el historiador y docente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Daniel Cabral Márques.
Asimismo, explicó que Comodoro Rivadavia sufría por la falta de salubridad y de higiene. “No solo tenía que ver con el agua potable, la falta de médicos y farmacias. No había basurales, los animales estaban en la calle en el mismo lugar que las casas, no había una trama urbana desarrollada, no había una planificación; entonces, era algo muy inicial y cargado de su complejidad.”
Los diarios nacionales de la época, La Prensa y La Nación, informaban sobre lo que estaba ocurriendo en Comodoro. La mirada nacional estaba posada en lo que fue el descubrimiento del petróleo y en todas las posibilidades de crecimiento que esto permitiría al pueblo y a la región.
Se estimaba que, hacia fines de 1908, la epidemia ya comenzaba a desaparecer. De todas maneras, ante el menor síntoma, las familias optaban por resguardarse en estancias o en algún campo. Las formas de vacunación más efectivas empezaron a llegar al mundo y también aquí, a partir de 1920 en adelante.
“Era alta la mortalidad infantil, como era común en muchos lugares del país en ese momento. Las condiciones de cobertura de las necesidades de la infancia eran insuficientes. Hoy todavía discutimos la necesidad de una terapia intensiva pediátrica en el siglo XXI. Imaginemos lo que habría sido hace 100 años”, remató Marques.