Norias, arquitectura galesa y hospitalidad: los secretos de un rincón mágico de Chubut
Dolavon, el pueblo de las norias en el valle del río Chubut, invita al viajero al descanso a través de sus propuestas de turismo cultural, religioso y natural. Es un rincón escondido que sorprende con su belleza y la hospitalidad de su gente.
A la avenida principal del pueblo la recorre un canal que en su extensión posee norias, unas ruedas que giran y extraen agua. A su alrededor, los bancos y las rosas son la excusa para detenerse. El sonido del agua y las flores producen cierta hipnosis en los transeúntes.
Es primavera y el calor ya se hace notar. Los rayos del sol pican fuerte y los árboles que habitan las veredas proveen de sombra protectora a los caminantes. El aroma de la ligustrina florecida se mezcla con el de los rosales y viaja por las calles de casas bajas, al antojo de la brisa.
Las construcciones antiguas de estilo galés son de ladrillo a la vista y de gran altura; sus puertas pesadas y ventanas con postigos de madera provocan la curiosidad del paseante. ¿Quiénes habrán vivido allí? ¿Desde dónde llegaron?
Dolavon proviene del galés y significa “vuelta del río”. Nació como una colonia de productores agropecuarios que se asentaron en el lugar a fines de 1860. Posee aproximadamente 6000 habitantes y se encuentra a unos 420 km de Comodoro Rivadavia.
Como primera medida, se recomienda al turista que se dirija a la plaza porque siempre hay un vecino entusiasta que recomienda paseos y cuenta historias. Obviamente, también se sugiere ir a la oficina de Turismo, que en Dolavon se encuentra en la calle principal, en la antigua estación del ferrocarril. Es fácil identificarla, ya que un dragón galés espera atento en el porche de entrada.
COSAS PARA HACER EN DOLAVON
Lo aconcejable es sentarse cerca del canal con unos mates y darles una primera mirada a las casas con frentes sencillos y jardines tupidos de flores, sentir el aire fresco que circula en torno al curso del agua y disfrutar.
Luego viene el recorrido sin rumbo fijo por sus calles, y el desafío es descubrir sus construcciones antiguas que datan de principios del siglo pasado. Algunas tienen carteles identificatorios porque pertenecen al patrimonio histórico del lugar.
Es posible que a la vuelta de alguna esquina se encuentren con algún niño o vecino que los salude muy amablemente, hecho que tal vez haga dudar al caminante: “¿De dónde lo conozco?” De ningún lado; la realidad es que el dolavense se caracteriza por su amabilidad y buena predisposición.
Algunas de las propuestas de la oficina de turismo son:
🔔 Recorrido por la capilla galesa del casco céntrico.
🖼 Paseo por puntos históricos del lugar y museos.
🧺 Ferias de artesanos.
🍳 Turismo culinario, cocina de autor preparada con productos de la zona.
🎊 Fiestas temáticas: Carnavales, Fiesta del capón y Chorilavon.
ALGUNAS JOYITAS
El Bar España
Su construcción data de mediados de 1910. En principio, era un hotel y actualmente funciona solo como bar. El lugar alberga a los parroquianos del pueblo que llegan para encontrarse con amigos y tomar algo fresco que les aclare la garganta, después de un largo día de trabajo.
El pool, las cartas de truco y la rockola digital son parte del entretenimiento de los concurrentes. Mauro, uno de los encargados de la barra, indicó a ADNSUR que para muchos el bar es como su casa.
La Mercante
Este local se inauguró en 1918 y está ubicado en el centro de Dolavon. Allí funcionaba La Compañía Mercantil del Chubut y era un almacén de ramos generales. El lugar era de central importancia para la comercialización de la zona, desde productos locales, automóviles, yerba suelta, ropa y herraduras para los caballos.
Actualmente, funciona una casa de té y museo que expone objetos antiguos.
El viejo Molino
A principios de 1900 Dolavon era reconocido mundialmente por la calidad del trigo y maíz que producía, por lo que la instalación de los molinos era indispensable. Este edificio data de 1927 y originalmente era una vivienda familiar que luego se adaptó a molino.
Actualmente funciona allí un restaurante con cocina de autor, donde llegan turistas de todo el mundo para probar sus platos elaborados con materia prima de la región.
El Viejo Molino ofrece una experiencia gastronómica única, ya que, aparte de su cocina, la visita guiada por el molino y la puesta en marcha del motor que aún funciona son la frutilla del postre.
SU GENTE
El valor del pueblo se lo da su gente trabajadora y hospitalaria, personas que trabajan todo el día la tierra y que se ocupan de tener un mejor lugar para vivir. Se la puede encontrar en sus patios mientras riegan sus jardines al atardecer, o vuelven del trabajo en el tractor, o detrás del mostrador de un comercio que cierra sus puertas bien tarde.
“Lo del Manu”, carnicería y almacén
Manuel Reuque es el propietario de la carnicería que lleva su nombre. Se encuentra en la zona alta de Dolavon y en su emprendimiento participa gran parte de la familia. Hace 4 años comenzó con la elaboración artesanal de chorizos, un producto que elabora en diferentes variedades: carne de capón, cerdo, vaca, queso y morrón.
La motivación fue la Fiesta del Capón, que anualmente se realiza en el pueblo, y a partir de ese momento no paró con la producción.
“Trabajo con carne de primera calidad, ya que es mucha responsabilidad preparar alimentos. Nuestros chorizos se destacan por su sabor y los condimentos”, afirmó Manuel.
Elvio Griffiths y el museo Las piedras
Elvio tiene casi 80 años y es el propietario de un local que da a la avenida principal. Es el típico edificio con ladrillos a la vista y ventanas de vidrio repartido. Un cartel apoyado sobre el vidrio indica “museo”.
Los pisos de madera suenan al ingresar y el ambiente está repleto de vitrinas que lucen piedras de todo tipo. En los estantes hay colecciones de objetos antiguos utilizados por los primeros pobladores. Así, el turista podrá hacer un giro de 360 grados y encontrará una gran variedad de elementos e información que tienen que ver con la zona.
“Las piedras” es un proyecto personal de Elvio que, en temporada de verano, se instala en su chacra y que, en invierno, traslada al pueblo para no sufrir tanto el frío.
Recibe al turista con el entusiasmo de quien desea compartir todo lo que sabe sobre la historia. Recordó con emoción a su abuelo paterno, galés que en su juventud fue chasqui.
ESCULTURAS
Otra de las características de Dolavon son las esculturas metálicas que se distribuyen por las calles. Las mismas surgieron de un taller artístico coordinado por Mariano Ponte, al que se llamó Malacara. En este espacio se crearon varias de las obras de arte expuestas en la avenida, que son un atractivo para el pueblo.
ALOJAMIENTO
Dolavon cuenta con el Hotel Pierce y un camping. Su cercanía con otras localidades como Gaiman, 28 de Julio y Trelew le da la posibilidad al turista de recorrer los atractivos de la zona.
El turismo en la región del Valle del Río Chubut se pone en valor constantemente por su potencial natural, su historia y el trabajo que realizan los proyectos privados y el estado municipal.
En el caso de Dolavon, el municipio trabaja fuertemente para consolidar las atracciones turísticas con la organización de eventos periódicos y el fortalecimiento de los emprendedores locales.
Dolavon es un rincón que ofrece belleza y una rica historia para aquellos que gustan de un turismo de contemplación, conexión y que evitan esas vacaciones “locas” de consumo y agenda completa de actividades.