Reparto de Aportes del Tesoro Nacional a las provincias: los gobernadores dan una pelea en la que Chubut pierde por varios cuerpos

Uno de los reclamos planteados por los gobernadores ante el gobierno nacional se vincula al reparto de recursos, en el marco de la discusión del proyecto de presupuesto 2025. Hay varios puntos, entre los que se cuentan las deudas previsionales, la coparticipación del impuesto a los combustibles y el reparto de equitativo de Aportes del Tesoro Nacional, que a punto de concluir el año todavía acumulan un saldo, sin repartir, de más de medio billón de pesos.

Según la ley 23.548, de Coparticipación Federal de Impuestos, los ATN son fondos que el Estado nacional debe destinar a cubrir situaciones de emergencia y desequilibrios financieros de los gobiernos provinciales y se conforma con el 1% de la masa coparticipable. es decir, 1 de cada 100 millones de pesos recaudados por vía de impuestos nacionales, son reservados por el gobierno nacional para esa finalidad. 

El problema es que el gobierno de Javier Milei, en su idea de que las provincias deben ajustar y resolver sus propios desequilibrios, no los distribuye.

A diferencia del reparto de los demás fondos de coparticipación, que se entregan en base a la población y otros criterios demográficos, los ATN son otorgados en forma discrecional por el gobierno central, lo que en muchos períodos ha significado que el presidente de turno beneficie más a las provincias cercanas a su signo ideológico, en detrimento de las opositoras. En más de un caso, tal como ha reflejado este espacio, Chubut se ha visto relegada en ese reparto, aun con gobiernos nacionales supuestamente afines al gobernador de ese período.

Esto se verificó en el pasado reciente, cuando la amistad en el súper ministro Sergio Massa y el entonces gobernador Mariano Arcioni, no garantizó que ese tipo de ayuda creciera significativamente, sino que las asistencias se dieron a través de una deuda que, a principios de este año, inflación mediante, se tornó casi imposible de pagar.

Incluso en plena campaña electoral del año pasado, cuando Massa repartió entre las provincias un total de $120.000 millones en ATN para el pago de salarios y aguinaldos, a Chubut llegaron solamente $3.363 millones, es decir menos de 2 cada 100 pesos distribuidos, según datos recientemente relevados por una consultora  privada.

Este año, el reparto parece menos perjudicial para la provincia, pero es sólo una apariencia. Es que esto se dio menos por una mejora genuina, sino por un grave empeoramiento del resto.

CÓMO FUE EL REPARTO EN LOS ÚLTIMOS 7 AÑOS

Un informe de la consultora Politikón Chaco evaluó cómo fue el reparto de los ATN desde el año 2017 en adelante. En ese lapso, la provincia de Buenos Aires fue la que se quedó con la mayor parte de la torta, con un 13,5% del total, seguida por Santa Fe, con un 8% y Córdoba, con el 6,9%.

En el extremo contrario, las menos favorecidas fueron Neuquén, con el 1,9% del total; Tierra del Fuego, con el 1,2% y CABA (Ciudad de Buenos Aires), con el 0,2%.

Chubut está en la segunda mitad de la tabla del reparto en los últimos 7 años, aunque sin alejarse mucho de las posiciones del fondo, ya que recibió sólo un 3,3% de los fondos repartidos, superando a Santa Cruz, que se quedó con el 2,9% y a Río Negro, 2,6%, además de las otras dos provincias patagónicas que están entre las 3 últimas.

Solamente en el año 2018, Chubut se ubicó entre los 3 primeros lugares de ranking, cuando obtuvo un 13%, muy por detrás de Buenos Aires, con el 28% y cerca de Misiones, con casi un 16%.

En el total del período 2017-2023, la nación acumuló un monto de $728.961 millones sin distribuir, pero si se actualiza por inflación, ese valor se actualiza hasta los $3.799.305 millones, es decir casi 4 billones de pesos.

MILEI ‘AMARROCÓ’ MÁS QUE SUS ANTECESORES

En lo que va de 2024, el gobierno de Javier Milei ha repartido una mínima parte de lo acumulado y por eso el planteo de los gobernadores apunta a que esa masa se reparta antes de que concluya el ejercicio.

Si bien el gobierno libertario no es innovador en su decisión de repartir a las provincias menos Aportes de los efectivamente recaudados, la novedad en este año es que sólo se distribuyó el 7% de lo acumulado hasta noviembre, cuando el promedio de los años anteriores ha sido de al menos un 33% del total acumulado.

En el año 2017, el fondo ATN totalizó $ 21.354 millones y se distribuyeron solamente $3.875 millones (el 18,1%). En el 2018, el fondo se integró por $ 16.448 millones y la distribución totalizó $ 2.698 millones (16,4%). En 2019, el fondo contó con $ 24.363 millones pero se distribuyó $ 2.070 millones (8,5%).

“Es decir, en esos tres años, se distribuyó apenas el 13,9% del fondo, conformando un remanente muy importante (en pesos corrientes, equivalente a $ 53.522 millones)”, evalúa la consultora Politikón Chaco.

Sólo en el año 2020, producto de la pandemia, se dio un comportamiento inverso, cuando se distribuyeron $ 67.195 millones, casi duplicando al fondo recaudado para tal fin, que fue de $ 34.257 millones. “Es decir, la distribución fue del 196,1%, ayudado por el remanente de años previos detallado”, aclara la consultora.

En los años siguientes, continuó la política de subejecución de los ATN, con un reparto en el que Nación continuó quedándose con la mayor parte de los recursos recaudados, en lugar de repartirlos a las provincias.

En 2021, el fondo ATN totalizó $ 55.968 millones y se distribuyó $ 39.023 millones (69,7%); en 2022 el fondo contó con $ 104.389 millones con reparto de $ 27.358 millones (26,2%); y en 2023, el fondo tuvo $ 231.443 millones y se repartieron $ 179.530 millones (77,6%).

“Si se toman los datos de todos los años desde 2017 a 2023 y el parcial enero a noviembre del 2024 -añade el informe-, vemos una composición del fondo ATN por $ 1.099.012 millones y una distribución del mismo por $ 370.050 millones. Es decir, la distribución fue el 33,7%”.

En lo que va de 2024, Chubut recibió $4.500 millones, de un total de $48.300 millones repartidos. Su participación en ese esquema es de casi un 10%, lo que representa una mejora sustancial frente al porcentaje de años anteriores.

Sin embargo, como se dijo más arriba, esa mejora no es genuina, sino que surge por comparación con el empeoramiento del resto. Sobre todo, cuando se considera que hay otras provincias que no recibieron absolutamente nada: entre éstas se encuentran Neuquén, Río Negro y Tierra del Fuego, por mencionar a las patagónicas. Santa Cruz, por su parte, recibió $3.000 millones por esta vía.

La mejora de Chubut se relativiza hasta desaparecer cuando se compara contra el año pasado, porque la suba representa sólo un 33%, con una inflación interanual que sigue por encima del 190%. Esto significa que, en términos reales, los recursos recibidos son inferiores a los de 2023.

CUÁNTO RECLAMA CADA PROVINCIA EN LO QUE QUEDA DEL AÑO

Hasta noviembre, el gobierno tendría acumulado un saldo de $562.489 sin distribuir a valores corrientes, pero si se ajusta por la inflación acumulada en cada mes, ese valor alcanza los $ 661.503 millones.

Tal es la cifra que reclaman los gobernadores, como punto de partida para acordar otros temas vinculados al presupuesto 2025, pero sin renunciar a los fondos que todavía forman parte del año en curso.

La consultora que hizo el informe calculó cuánto le correspondería a cada jurisdicción provincial si el reparto de ese fondo se hiciera en base a los criterios de coparticipación. En ese esquema, Chubut no saldría muy favorecido, ya que tiene una de las porciones más bajas del país a la hora del reparto, con sólo un 1,5% del total.

Por esa vía, Chubut debería recibir unos $10.103 millones de pesos, quedando en el anteúltimo lugar, ya que superaría solamente a Tierra del Fuego, con $8.475 millones y siendo superada por Santa Cruz, a la que correspondería obtener $10.638 millones.

Si el mismo cálculo se aplica sobre los fondos no recibidos en los últimos 7 años, entonces la provincia habría dejado de percibir unos $56.000 millones. Como se dijo, los gobernadores reclaman no sólo por la subjecución de partidas de ATN, sino también engrosar los recursos de  coparticipación a través de la distribución del impuesto a los combustibles, algo que el gobierno nacional ha negado al punto de dar por cerrado el debate sobre el presupuesto 2025, si los mandatarios persisten en el planteo.

Así, es muy difícil imaginar de dónde aparecerán los fondos no sólo para hacer nuevas obras, sino también para sostener el mínimo mantenimiento en estructuras esenciales.