Regalías que bajan en pesos y en dólares, y fondos nacionales que pierden frente a la inflación: ¿Chubut puede volver a crecer?
Las regalías petroleras cayeron un 4% entre enero y septiembre, perdiendo unos 12 millones de dólares en ese período. La coparticipación se reduce en varios miles de millones de pesos frente a la inflación. Aun así, las cuentas públicas muestran una mejora; sin embargo, la duda es si alcanza para proyectar obras de importancia.
- Las regalías petroleras en Chubut cayeron un 4% entre enero y septiembre de 2024, perdiendo 12 millones de dólares.
- La coparticipación se reduce en varios miles de millones de pesos frente a la inflación.
- A pesar de la caída en regalías y recursos nacionales, las cuentas públicas muestran una mejora.
- Las regalías petroleras de Chubut sumaron 297,7 millones de dólares en 2024, comparado con 309,4 millones en 2023.
- El ingreso de regalías se mantiene por encima del promedio de la última década, pero es un indicador negativo.
- La inflación ha superado el crecimiento de los ingresos, afectando la capacidad adquisitiva.
- La masa de recursos enviados por Nación a Chubut cayó un 5,4% en términos reales en octubre.
- A pesar de la caída de recursos, las cuentas públicas tienen un saldo positivo entre ingresos y gastos.
- Se espera que el gobierno provincial cumpla con su plan de pagar deudas y realizar obras de infraestructura.
- El presupuesto nacional 2025 y el financiamiento internacional son claves para el crecimiento futuro de Chubut.
Una combinación entre regalías petroleras más bajas y recursos nacionales por debajo de la inflación marcan una pérdida de recursos importantes para Chubut en los primeros 9 meses del año. Sin embargo, el cumplimiento de metas de responsabilidad en el manejo del gasto llevó a atravesar gran parte del año sin sobresaltos financieros y trazan una proyección algo más optimista de cara al año próximo. ¿Podrá la provincia volver a crecer?
Las regalías petroleras de Chubut, entre enero y septiembre de 2024, sumaron 297,7 millones de dólares, frente a 309,4 millones recaudados en igual período del año pasado. La diferencia, de 11,7 millones, representa una caída del 4%.
La disminución se torna más pronunciada al compararse contra el mismo lapso del año 2022, cuando esa vía aportó unos 346,3 millones de dólares. Frente a aquella referencia, el retroceso es de un 14%. La merma registrada en estos meses obedece a las dos razones habituales: el declino natural de la producción de los yacimientos y también a precios internacionales que, en gran parte de 2024, estuvieron por debajo de los años anteriores.
Aunque el ingreso de este año no es críticamente bajo, ya que los 297,7 millones de dólares recaudados se encuentran algo por encima del promedio de la última década, en la que la recaudación de esos 9 meses estuvo cerca de los 273 millones de dólares, no deja de ser un indicador negativo. Incluso podría haber sido peor, pero el mejor precio del crudo Escalante compensó parcialmente la caída de producción y tendencia bajista del mercado internacional.
La evolución de las regalías petroleras de Chubut en la última década, en el período enero-septiembre de cada año, se puede observar en la siguiente tabla, elaborada para este informe exclusivo de ADNSUR en base a datos de la Secretaría de Energía de la Nación:
Año | Monto (Mu$) |
---|---|
2024 | 297,7 |
2023 | 309,4 |
2022 | 346,3 |
2021 | 275,4 |
2020 | 185,1 |
2019 | 277,4 |
2018 | 290,7 |
2017 | 213,3 |
2016 | 240,8 |
2015 | 291 |
De cara a 2025, las proyecciones del mercado internacional muestran una tendencia más cercana a precios similares a los de 2024, cercanos a los 70 dólares por barril, que a los dos años anteriores, con un piso en los 80 dólares por barril.
LA CONSECUENCIA DEL DÓLAR 'ATRASADO' FRENTE A LA INFLACIÓN
El problema de las regalías se torna más notorio al transformar los dólares en pesos. Según se refleja en datos de la Dirección General de Rentas de la provincia, los montos se mantienen prácticamente constantes a lo largo del año, frente a una inflación que no dejó de subir en el mismo período.
Si se compara el ingreso de diciembre, cuando las regalías de Chubut representaron 26.588,5 millones de pesos, frente a los 32.684 millones de septiembre, la recaudación mensual creció sólo un 24%, es decir muy por debajo del 102% acumulado en el Índice de Precios al Consumidor.
El origen de esa pérdida de ingresos se vincula al tipo de cambio oficial, que evoluciona a razón de sólo un 2% mensual, quedando retrasado frente a la inflación, aun cuando ésta tendió a bajar en los últimos meses, acercándose a 3%.
Las arcas provinciales no deberían esperar cambios notorios que mejoren esa ecuación. Si el gobierno de Javier Milei cumple con sus metas, no va a acelerar el ritmo de depreciación del peso frente al dólar, como le reclaman los grandes sectores exportadores del país y también el FMI.
En materia de ingresos generados por el petróleo, la mejora más genuina habría que esperarla por el cumplimiento de las expectativas para elevar la producción, tras el traspaso de áreas de YPF y el proceso en el que se encuentra inmerso Tecpetrol, además de los recientes anuncios de que se mantendrá la intensidad del plan de perforaciones en Cerro Dragón.
Además, si hubiera un crecimiento importante por vía de una devaluación, esto se traslada también a los precios domésticos, elevando nuevamente la inflación, lo que significa que los mayores ingresos tampoco mejoran significativamente su capacidad adquisitiva.
COPARTICIPACIÓN Y OTROS FONDOS NACIONALES TAMBIÉN QUEDARON POR DEBAJO DE LA INFLACIÓN
Otra de las fuentes de ingresos de alta importancia para Chubut es la vinculada a recursos nacionales, que llegan por vía de la coparticipación de impuestos, además de leyes especiales y compensaciones que conforman esas partidas.
Según un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la masa de recursos enviada por esa vía, desde Nación a las provincias, cayó un 5,4% en octubre, en términos reales, es decir al descontarse el efecto de la inflación.
La baja del décimo mes del año no es más atenuada que en períodos anteriores, según el informe, como consecuencia de mayores ingresos en las arcas nacionales por el 'blanqueo de capitales'.
En el caso de Chubut, puntualmente, el IARAF detalla que en octubre recibió desde las arcas nacionales un total de 62.955 millones de pesos, lo que significa un crecimiento nominal del 177% frente al mismo mes del año pasado, pero una caída real de recursos del 6%. Es decir, también en este caso los ingresos perdieron frente a la inflación
En el acumulado anual, en los 10 meses transcurridos de 2024, la merma se hace más notoria. En ese lapso, la provincia recibió un total de 515.000 millones de pesos, que quedaron un 11,6% por debajo de la inflación (es decir, percibió unos 60.000 millones menos que el año pasado, a valores constantes), según el IARAF, que registró esa misma variación negativa para casi todas las provincias. La excepción es Buenos Aires, que perdió un punto más que el resto.
SE PAGAN SALARIOS Y ‘SOBRA PLATA’
Aun en ese escenario de caída de recursos, las cuentas públicas muestran todavía un saldo positivo entre los ingresos y una parte importante de los gastos. Si se suman las regalías, la coparticipación y los impuestos provinciales recaudados en el último mes, el total asciende a unos 134.126 millones de pesos. Ese dato adquiere relevancia cuando se compara con la masa salarial, de 97.900 millones de pesos, abonada en los primeros días de noviembre, según informó el gobierno provincial.
El dato saludable es que la recaudación supera en un 37% a una de las principales obligaciones del Estado, que es el pago a sus empleados públicos. Aunque esto no debería llamar la atención, adquiere relevancia cuando se piensa que, hasta el año pasado, la provincia debía sumar deuda para afrontar el pago de salarios y aguinaldos.
De hecho, el convenio de desendeudamiento que apuntan a firmar el gobernador Ignacio Torres y el ministro de Economía Luis Caputo se vincula a ese endeudamiento, mediante letras del tesoro, por las que Chubut llegó a acumular un monto de 210.000 millones de pesos a principios de este año, pero que a partir de las compensaciones mutuas se reduciría a menos de 60.000 millones.
Ese equilibrio todavía debe adquirir solidez. Hasta hace algunos meses atrás, incluso, la diferencia positiva era mayor, según confiaron quienes conocen de cerca los números de la provincia, pero se ha reducido por efecto de la caída de recursos por debajo de la inflación y la suba de gastos al ritmo de ese mismo indicador. Por eso, el desafío aún no resuelto es el de lograr una mejora de ingresos con actividades que hoy forman parte de optimistas presentaciones en power-point, pero que aún deben pasar de la pantalla al plano real.
Sin embargo, no parece un mal punto de partida, ya que la provincia pudo atravesar gran parte del año con estabilidad financiera, más allá de los focos de conflictos que aún afronta en no pocos sectores gremiales del Estado.
Esto no implica desconocer que hasta junio, la renta provincial y la coparticipación superaba en 20.000 millones a la masa salarial, mientras que hoy prácticamente están igualados.
¿ES POSIBLE VOLVER A CRECER?
Hay que recordar además que no todo el saldo positivo entre ingresos y salarios está disponible para inversión, ya que la provincia sigue pagando puntualmente el bono BOCADE, que en octubre operó un nuevo vencimiento de 33 millones de dólares, completando los 135 millones que vencían este año. De hecho, buena parte de las regalías queda retenido por la deuda, ya que por cada trimestre, la provincia destina un mes completo de esa recaudación.
A la deuda del BOCADE hay que sumar el TIDECH, que también implica vencimientos trimestrales, del orden de los 7 millones de dólares.
Aún así, hoy no parece imposible la perspectiva de volver a crecer, entendiéndose esto por la realización de algunas obras de infraestructura y solución a problemas puntuales de la población, más allá de un Estado que por años estuvo limitado a pagar salarios (en muchos casos, tarde y mal, con largos períodos de paralización de servicios esenciales).
En ese camino avanzó esta semana la Legislatura provincial, al aprobar el traspaso de la obra doble trocha Puerto Madryn-Trelew a Vialidad Provincial, con el objetivo de ser terminada por ese organismo.
Si el gobierno provincial cumple su plan de terminar de pagar deudas con Nación realizando obras que le correspondían a esa jurisdicción, entonces el balance de gestión podría empezar a mostrar saldos positivos. Más allá del remanente de fondos propios antes mencionado, el mecanismo para alcanzar esa meta es el financiamiento internacional.
Hay otros dos aspectos, de no menor importancia, en materia de financiamiento. Uno es el presupuesto nacional 2025, en cuyo proyecto final se verá si fueron eficaces los pedidos de los legisladores de Chubut para incluir obras de importancia. El segundo, según la prensa porteña, se vincularía al pedido de mayores fondos que están haciendo los gobernadores ‘dialoguistas’, entre los que se cuenta a Ignacio Torres, como condición para aprobar el presupuesto.
Esta semana, el nuevo secretario de Infraestructura, Hernán Tórtola, habló de algunos de las metas en materia de obras: la pavimentación de la ruta 37, con financiamiento internacional de la Corporación Andina de Fomento, es uno de los estandartes, aunque está lejos de calmar el amplio abanico de necesidades, que en la zona sur de Chubut abarca desde edificios escolares largamente esperados hasta el elemental abastecimiento de agua.
El año próximo, en la medida que algunos indicadores macroeconómicos muestren una mejora concreta, podría ser la oportunidad para al menos tachar alguno de los casilleros de la larga lista de frustraciones provinciales en general y comodorenses en particular. Del logro de esa meta dependerá que la actual administración marque alguna diferencia, o se limite a ser “más de lo mismo”.