“Nos costó digerirlo un poco”, admite Alfredo García entre risas mientras cuenta cómo fue que se ideó y se construyó el castillo de Rada Tilly, aquella emblemática casa de la avenida Costanera que 25 años después de su inauguración sigue llamando la atención de chicos y grandes. 

Mia, por ejemplo, tiene solo cinco años y cada vez que la ve, se maravilla. Imagina que vive un rey y una reina y fantasea con lo sucede bajo esa estructura que ya es un ícono de la villa. Eso que le pasa a ella, quizás le pasó a muchos de los adultos que crecieron con esa postal.

Su propietario es Alfredo García, un hombre que llegó a Comodoro en la década del 70 cuando su padre fue trasladado para hacerse cargo de la empresa textil “Industrias de las Margaritas”, otros tiempos del Comodoro industrial.

Cuenta Alfredo que en el año 94, junto a su esposa compraron la morada donde vivía Tiziano Marchesini, “una casa muy linda típica de Rada, pero con varios años encima”. 

Junto a sus dos hijos, que por entonces tenían menos de 10 años, la habitaron un verano y al año siguiente decidieron construir una nueva casa sin imaginar que se iba a convertir en un ícono del paisaje de la ciudad.

“En el 95 comenzamos la obra y en 1996 la terminamos”, cuenta Alfredo a ADNSUR. “Yo te puedo hablar desde el punto de vista mío, pero el que hizo el proyecto, vino con esa idea y llevó a cabo la obra, que para esa época era muy revolucionaria, fue Sergio Guerreiro”. “Nosotros le encargamos una cosa muy simple, un lugar donde se pueda ver el mar desde todos lados y acorde a la arquitectura que se utiliza en lugares costeros. Pero él un día apareció con un proyecto muy similar a este y nos sorprendió”. 

Alfredo admite que costó un poco digerir el proyecto. Sin embargo, luego de idas y vueltas, Guerreiro los convenció de hacerlo. “A mí me parecía fantástico, ‘pero ¿quién me lo va a hacer?’ pensaba, y la condición fue que sea él director y que también esté encima de la obra”.

El castillo es parte de la postal de Rada Tilly. Sus arcos, su chimenea con forma de minarete y sus cupulas la hacen única en el lugar.
El castillo es parte de la postal de Rada Tilly. Sus arcos, su chimenea con forma de minarete y sus cupulas la hacen única en el lugar.

Guerreiro (63) aún recuerda el gran trabajo que le llevó realizar esa casa y también los motivos que llevaron a pensar ese proyecto que llevó 20 meses de construcción. “Yo la entregué en diciembre del 96. La entregué llave en mano, hice desde el proyecto hasta la obra. El tema fue que a nosotros, en Argentina, nos habían metido en la cabeza que cuando llegaste en lo social tenés que tener casa de ladrillo y teja”. 

“En esa época estaba esa onda que tenía que tejar tejas, madera en la entrada, ladrillo a la vista y grandes techos inclinados. Pero había poco laburo. Ya era el segundo gobierno de Menem y me acuerdo que este hombre me dice ‘compré una casa antigua y quiero hacer una casa con vista al mar’. Me dijo, ‘yo voy a pedir otro presupuesto’ y pensé ‘si me pongo a competir con los grandes acá pierdo como en la guerra’, entonces se me ocurrió salirme del molde y hacer un proyecto que no tenga ni tejas, ni ladrillos ni grandes techos inclinados”.

Sergio cuenta que lo primero que hizo fue pensar en el clima y la arquitectura que tienen los países donde prevalece la arena, la tierra y el viento. La zona de Túnez y el fondo del Mediterráneo fue su respuesta. Así, con ese panorama comenzó a dibujar y salió el proyecto.

El maestro mayor de obra, graduado en el Colegio Domingo Savio, aún recuerda el día que llevó el proyecto a la casa de los García. Su cara de sorpresa y su respuesta: ‘te vamos a avisar’. 

“Yo los entendía, era muy loca la propuesta. Encima en esa época la construcción no tenía las bondades que tiene ahora. Hoy, por ejemplo, tenés otro tipo de encofrados, carpintería de PVC, ahí como nuevo era el DVH, el doble vidriado, que la casa lo tiene, pero era muy nuevo”. 

La casa tiene un total de 350 metros cuadrados. Tres dormitorios, garaje para dos autos, cocina-comedor, baño en suite y calefacción con radiadores, algo moderno para la época.  

Sergio admite que le llevó mucho trabajo, pero a la distancia se siente orgulloso de esta obra. “Me absorbía mucho tiempo personal. Había que hacer marcas geométricas muy precisas y en eso tenía que estar yo. También hice algunos moldes con chapas viejas y fierros viejos. Recibí muchas críticas, la gente no lo acepta, me decían ‘vos estás loco, ¿cómo vas a hacer eso?, eso no pega ni con cola’. Pero bueno, a ellos les gustó y a mí me vino bien, porque estuve trabajando en una época en que el trabajo estaba duro. Así que les agradezco que me dieron trabajo”.

Su estilo mediterraneo llama la atención de turistas y visitantes.
Su estilo mediterraneo llama la atención de turistas y visitantes.

Lo cierto es que la casa de Rada Tilly llama la atención. Hace un tiempo, una youtuber alemana pasó por la villa y habló sobre esa edificación. Destacó su mezcla de estilos y la rareza que significaba en esta playa de la Patagonia. También PokéParada en tiempos de Pokémon GO. Incluso Luciano, el hijo de Sergio, analizó esa construcción para un trabajo de la Universidad. El joven estudia arquitectura y le llamó la atención su estilo Neorrenacentista y persa, y el desafío que significó “en una comunidad donde el modernismo minimalista ha establecido su dominio”. 

Por supuesto, para Sergio esto es un orgullo, y también para Alfredo, quien aún se sorprende por lo que causa la casa, un lindo ícono de Rada Tilly que refleja que se pueden hacer cosas lindas en la villa.

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