Nació en Caleta Olivia, estudió en Comodoro y hoy le da voz a personajes de Netflix, HBO y Disney Juniors
“Si me decías en el Liceo ‘vos vas a ser la voz de Disney, de canales, de publicidades, te vas a ir a conocer afuera’, yo te decía ‘¿Qué carajo me estás diciendo?’”. Sebastián Castro Saavedra admite que le costó encontrar su rumbo. Estudió traductorado de inglés, se recibió de periodista deportivo y locutor, pero en el doblaje encontró el oficio que lo acompaña desde hace 13 años. El patagónico es la voz de Disney Juniors y les ha dado voz a personajes de Gravity Falls, The Walking Dead, entre otras series y películas; una historia de voces y superación.
“El otro día le decía a mi pareja: a la mañana fui un camionero, a la media mañana un mecánico, después hice otro personaje y fueron como cinco personajes en un día. Sale mucho la esquizofrenia de uno, pero es súper divertido y te lo tenés que tomar en serio, porque tenés que saber actuar y cuidar mucho la voz”. Sebastián Castro Saavedra, es patagónico, es locutor y les ha dado voz a famosos personajes de series y películas.
La lista es larga y hay de todo, desde Mark Ruffalo, en la exitosa “En primera plana”, a Bill Clave en Gravity Falls. También fue Glenn en la tercera temporada de The Walking Dead y la voz de Jackson Galaxy, el famoso adiestrador de gatos. Además, ha grabado cientos de publicidades, desde el gerente de Noblex hasta los piratas de Playmobil, pero quizás uno de sus trabajos más importantes es ser la voz oficial de Disney Juniors, el canal que mira su hija.
Seba nació en Caleta Olivia y estudió en Comodoro Rivadavia. Las paredes del Liceo Militar General Roca lo vieron crecer, en una época donde no imaginaba cuál iba a ser su destino. Sí, el protagonista de esta historia admite que le costó mucho encontrar su rumbo, pero una vez que la puerta se abrió no paró y desde entonces está inmerso en un estudio de grabación, siendo la voz de las principales plataformas de contenidos on demand.
“Encontrar lo que a uno le gusta es súper difícil”, dice Seba a ADNSUR desde Buenos Aires. “Yo admiro a las personas que saben lo que quieren cuando terminan la secundaria, pero yo no encontraba mi rumbo, no podía saber en qué era bueno y me volvía loco eso. Pensaba ‘en algo tengo que ser bueno’”.
Seba tenía 19 años cuando se fue a Buenos Aires. Su objetivo era estudiar traductorado de inglés. Sin embargo, no fue como pensaba y al poco tiempo una enfermedad de su viejo lo trajo de vuelta a Caleta Olivia.
Durante meses estuvo en el sur, hasta que un día decidió volver a capital, esta vez para estudiar periodismo deportivo. El caletense se recibió en esa carrera y luego, para seguir en el rubro, estudió locución.
Cuando estaba por terminar grabó un demo que, de alguna forma, cambió el rumbo de su vida. Junto a una compañera le dio voz a Ratatouille, la famosa ratita de Pixar Animation Studios y ese demo terminó siendo su caballito de batalla. “Me acuerdo que lo grabamos en el Iser, todo muy casero y le dije que lo iba a mandar a dos productoras que conocíamos. Lo mandé en febrero del 2011 y me habían dicho que otra empresa hacía películas. Yo estaba loco, pensaba ‘acá voy a tener la posibilidad de hacer películas’ y era mandar todos los días un email a esa empresa. Había mandado un solo email a la otra empresa y mandaba todos los días a la de películas porque pensaba que me iban a dar bola, pero no me dieron pelota”.
Seba admite que quiso volver al sur. Estaba cansado de pelearla en Buenos Aires. Tenía casi 30 años y la puerta que tanto buscaba no se abría. Su hoja de ruta marcaba un trabajo en Mc Donald's, vendiendo térmicas en Caseros, como volante en Cabildo y Lacrosse y limpiando pelo en la peluquería de la tía de un amigo, quien lo había contratado de gauchada. Estaba cansado y lejos de la familia. Ya había decidido volver cuando el teléfono sonó.
“En abril le dije a mi papá: ‘preparen el asado que me voy para mi cumpleaños, me vuelvo al sur’ Yo pensaba ‘me recibí de dos carreras, vuelvo a Caleta y trabajaré en el canal’. Como sabía que volvía dije ‘ahora como arroz y me voy a ver las bandas, voy a aprovechar a hacer todo lo que no hice’, vivía con 60, pero el 7 de julio me llamaron por teléfono al fijo”.
Seba recuerda todo con lujo de detalle. Al otro lado del teléfono una chica se reía, era Elizabeth Blanco, la joven a la que luego, cada 7 de julio, le llevaba chocolates a modo de agradecimiento.
“No me olvido más. Eli se reía y me dice: ‘¿vos mandaste un email en febrero?’ cuando me dijo eso me largué a llorar. ‘Sí’, le digo. ‘Podés venir a dejar un registro de voz’, me respondió, no lo podía creer.
Seba fue a dejar el registro de voz, sin imaginar que la suerte estaba de su lado. “Fue de película, porque el que me toma el registro me dice ‘podés servir, hay algunas cosas que pulir’. Y ahí en ese momento entró el jefe, la cabeza de la compañía y le dice ‘me llegó un casting de Discovery, necesitan una voz joven, fresca’, y yo estaba ahí. No me daban pelota y en un momento le digo, ‘lo puedo intentar, ¿es muy difícil?’”.
Seba lo intentó y gustó. Al otro día lo convocaron para grabar un bolo que repitió siete veces y cuatro días más tarde le confirmaron que había quedado en el casting. Iba a ser la voz de Mike en Los Angeles Ink, tienda de tatuajes.
Finalmente, Seba decidió quedarse, intentarlo y cada vez comenzó a grabar más. Al año ya se había comprado su propio auto, un Fiat Uno, que lo llevaba a todos lados. Con orgullo cuenta que con ese auto fue a buscar a sus padres cuando lo fueron a visitar en noviembre de 2012. Nunca se imaginaba que iba a ser la última visita de su papá. Admite que el fallecimiento fue duro, hubo poco tiempo para hacer el duelo, la dinámica de trabajo demanda estar presente para poder avanzar.
Pero el destino tenía buenos planes para Seba en la parte profesional. Cuando lo cuenta, lo recuerda con lujo de detalle. Por esos días quería descansar y había planificado un viaje para irse a la costa y desconectar un fin de semana largo, solo, con su perro. Sin embargo, otra vez el teléfono sonó.
“Necesitaba un descanso y dije ‘me voy a conocer la costa’. Reservé una cabaña en Mar Azul, pero el miércoles a la tarde me llamaron de Disney. Ya había hecho un casting para quedar en The Avengers, para Spiderman y sus amigos, y no quedaba en ninguno. Entonces pensé ‘¿para qué voy a ir?’. Pero la chica que me llamó, me dijo, ‘Seba, es un casting importante, necesito que vengas a hacerlo mañana jueves’”.
El locutor admite que no quería. Intentó patearlo, pero la chica que hoy es directivo de Netflix le insistió y finalmente accedió a ir, más que nada para no fallarle. Grande fue su sorpresa cuando vio el guión y se dio cuenta que era una promo para Disney.
“Estaba el ratón, decía ‘Disney Company, Disney Junior’, y era para la nueva voz de Disney Juniors. Me comenzó a temblar todo. Me acuerdo que grabé y el gringo que me tomó la prueba me dijo ‘en quince días te llamamos para ver si quedaste, si no te llamamos es porque no quedaste’".
Seba admite que fueron los 15 días más largos de su vida, pero el día 15, a las 7 de la tarde, otra vez el teléfono sonó.
“Automáticamente me largué a llorar. La chica me preguntó si estaba bien. ‘Sí’ le dije. Me preguntó, ‘Quería saber si estás dispuesto a trabajar con nosotros’ y luego de unas palabras que te dicen, muy lindas, dijo ‘Bienvenido a la familia de Disney’, no lo podía creer”.
De la emoción, Seba cortó la llamada. Llamó a su madre y le contó. Luego se enteró de que más de 100 personas habían participado de aquel casting, en el que se convirtió en la voz oficial de Disney Junior.
Desde entonces, Seba trabaja para Disney, siendo la voz principal de sus publicidades. Además, le pone voz a diferentes personajes de series y películas. Las más recientes fueron la serie de Chucky; Dark, la serie alemana que fue furor en Netflix; el Joker en Prime Video, y otros contenidos de HBO, Paramount+, entre otras plataformas.
“Lo último que hicimos fue una serie Love island, una serie donde meten solteros, chicos y chicas que se van conociendo. También una serie coreana y una serie turca. Pero principalmente hago mucho para las plataformas y por suerte hay mucho laburo”.
Seba además es profesor del Iser, el instituto donde estudió y donde siempre quiso dar clases. Por supuesto, está a cargo de la cátedra de doblaje, en tercer año.
A la distancia, admite que le costó mucho creérsela, disfrutar del laburo que tanto soñó, por eso cada vez que vuelve a Caleta, trata de dar alguna charla para que otros se animen a intentarlo.
Es como dice, a veces cuesta encontrar el rumbo, pero no es imposible. “Estoy contento. Mi objetivo a nivel personal es tener mi casa, poder compartir con mi niña desde otro punto de vista, pero no me puedo quejar ni puedo pedir ni más ni menos. Estoy bien, vivo bien el momento y trato de ir siempre para adelante. Disfruto muchísimo del hoy y trato de no hacerme mucho quilombo porque en medio de esta jungla, la cabeza te empieza a jugar en contra. Pero es como te digo: si me decías en el Liceo vos vas a ser la voz de Disney, de canales, de publicidades, te vas a ir a conocer afuera, yo te decía ¿qué carajo me estás diciendo? Es increíble, servía para algo, pero no sabía qué era esto”, dice el locutor y actor de doblaje que hoy le da voz a personajes que todos los días vemos a través de la pantalla.