Trelew cumple 137 años añorando volver a ser la más progresista del sur argentino

Cuando el 20 de octubre de 1886 quedó oficialmente fundada Trelew, quien le dio su nombre, Lewis Jones, pionero de la colonización galesa en Chubut seguramente jamás imaginó que 137 años después esa ciudad -a la que le esperaba un futuro prometedor- iba a estar sumergida en una profunda crisis nunca vista en su historia. 

Y es en ese contexto que Trelew, cuyo nombre se debe al idioma galés y que significa "Pueblo de Luis" precisamente en honor a Lewis Jones, se prepara para recibir el viernes próximo su 137° aniversario. 

Con una historia en sus inicios ligada íntimamente al arribo de los galeses y al tendido de lo que fue el ferrocarril entre el Valle y Puerto Madryn, la ciudad surgió como "Punta de Rieles" y a medida que fue creciendo comenzó a cobijar a inmigrantes que llegaban desde otros países tan o más lejanos que Gales. Fue así que aquel pueblo se convirtió en "el lugar del mundo" para hombres y mujeres procedentes de España, Italia, Portugal e incluso Siria, entre otros. 

El carácter cosmopolita que fue tomando permitió entonces amalgamar esas diferentes culturas y costumbres forjando las bases para convertirla, hace unos 50 años atrás, en una ciudad pujante. Esa que era reconocida por ser un polo industrial lanero textil que llegó a producir el 90% de su lana para exportación y que vivió épocas de gloria en relación al comercio que la ubicó como un emblema de esa actividad en toda la Patagonia, cuando el país parecía que terminaba en la urbe del sur bonaerense de Bahía Blanca. 

Las décadas del '70 y '80 fueron testigos de una Trelew tan protagonista que se ganó aquel calificativo de "la ciudad más progresista del sur argentino", un slogan por demás añorado si se recuerda que aquel Trelew, sin exagerar, hacía punta también en lo turístico, en lo cultural y en lo referido a medios de transporte, tanto terrestres como aéreos. Y también en lo empresarial, lo deportivo y en lo político. Porque Trelew fue cuna de grandes hacedores. 

El comienzo de la caída

Con el paso de los años nadie duda a esta altura que la caída de aquel pujante Parque Industrial con la lenta desaparición de las empresas textiles marcaron a fuego el comienzo de la pérdida de protagonismo que actualmente vive la ciudad a tal punto de presentar los niveles de pobreza y desocupación más altos de toda la provincia. 

Los más nostálgicos recuerdan cuando en 1986, al festejar el centenario de su fundación, Trelew mostró todo su poderío económico en "Expo Siglo", una exposición sin precedentes de la que participaron todas las grandes, medianas y pequeñas empresas y comercios de la ciudad y que contó con la visita del por entonces presidente de la Nación, Raúl Alfonsín. El padre de la democracia Argentina. 

La muestra marcó tan a fuego a los emprendedores que se convirtió luego en un clásico que, si bien mutó de nombre por el de "Expo Trelew", siguió siendo reflejo del progreso de toda una comunidad. Lamentablemente eso también se apagó y hace años que no se realiza. 

El rubro textil en el Parque Industrial de Trelew supo albergar hasta mediados de 1980 a más de 7.000 trabajadores que pasaron a ser un motor fundamental en la economía de la ciudad. Hay toda una generación de trelewenses, que actualmente andan por los 50 años, que recuerdan como el centro de la ciudad "explotaba" los días en los que cobran los empleados textiles. Era prácticamente imposible conseguir un lugar para estacionar en la calle 25 de Mayo, y ni que hablar de poder entrar a comprar algo a algún comercio. 

Hoy apenas sobreviven un puñado de empresas textiles y están en pie nada más que unos cientos de puestos laborales de ese rubro que continúan a pesar del mazazo que significó en 2020 el cierre de Sedamil, una de las empresas insignias de la actividad y la más grande de todas que empleaba a 300 trabajadores. 

Algo similar también pasó en la industria lanera con el cierre de grandes barracas ante la caída de la producción local, la venta de campos y el uso de los mismos para otros fines y en menor medida algo parecido ocurrió en lo referido a lo metalmecánico. 

Dirigencia sin reacción

Si bien los vaivenes del mundo y sobre todo de la economía argentina a partir de las políticas erradas aplicadas por los distintos gobiernos de turno contribuyeron a esta lenta agonía, no menos cierto es marcar que la dirigencia tanto empresarial como política local no generó ningún tipo de reacción ante tal panorama. 

No se avanzó en políticas que permitieran algún tipo de reconversión de la actividad y eso terminó generando un gran universo de mano de obra desocupada. Es que muchos de aquellos que se quedaron sin trabajo en las fábricas se dieron cuenta que siempre habían trabajado de lo mismo y con el paso de los años ya eran grandes para poder insertarse en el mercado laboral con otra actividad. 

Y un ejemplo de tal situación quedó al descubierto cuando Trelew vivió otro de esos dolorosos momentos: el cierre definitivo en 2017 de la histórica embotelladora de Pepsi que funcionaba desde la década del 70 en el ingreso sur de la ciudad y que era el sostén de unas 50 familias.

Pero si bien es cierto que a partir de 2021 también hubo algunos signos de recuperación, sobre todo venidos de la mano de la apuesta a la instalación en el Parque Industrial de emprendimientos para apuntalar la industria pesquera, la habilitación de los mismos no logró revertir la compleja situación y por ende los puestos de trabajo que se generaron sólo cubrieron un mínimo porcentaje de los que se perdieron.

Pobreza y desocupación

La ciudad llega caída a sus 137 años y continúa alejada de aquellas épocas de gloria. Así lo reflejan los números de las estadísticas que siguen siendo tan dolorosos y fríos que hielan la sangre.

Según el INDEC en el primer semestre de este 2023 la tasa de pobreza del conglomerado Trelew-Rawson registró que un 42,7 por ciento de las personas son pobres, liderando de esta manera un triste ranking provincial.

Siempre de acuerdo al mismo informe esto significa que en Trelew y Rawson hay más de 64.000 personas que son pobres, habiendo aumentado 1,8% más tal condición respecto a la medición realizada en el segundo semestre del año 2022.

Pero hay más. Hace pocos días se conoció otra demoledora realidad marcada a partir de la distribución del ingreso que también elaboró el INDEC.

Y es que en Trelew y Rawson el 25% de los jóvenes de entre 15 y 24 años no estudian ni trabajan de manera remunerada. El valor es el más alto de la Patagonia.

Ni que hablar lo que provoca además el contexto inflacionario que atraviesa el país. Con una inflación que en septiembre trepó en la Patagonia al 14%, la más alta del territorio nacional, y que demuele todo tipo de expectativas sobre todo afectando a los que menos tienen. 

Todo ese combo no hace más que seguir complicando la vida diaria y obliga a quienes serán las nuevas autoridades de la ciudad, desde el próximo 10 de diciembre, a agudizar mucho más la imaginación para sacar a flote a la comunidad.

Empleo público y economía social

A esta altura a la gran mayoría de la población de Trelew le duele que la que fue la más progresista de la Patagonia se haya terminado convirtiendo en una ciudad dependiente del empleo público. 

Es que en parte su cercanía con la capital de la provincia de tan solo unos 20 kilómetros y la comodidad de tener un sueldo asegurado a fin de mes fue calando tan hondo que ya son cientos y cientos los trelewenses que trabajan de empleados públicos. 

Y un reflejo de tamaña situación es observar el sideral tránsito que presentan las rutas 25 y 7 que unen ambas ciudades cerca de las 8 de la mañana y a partir de las 2 de la tarde, lapso de tiempo en el que funciona la Administración Pública. Cientos de vehículos hacen ese trayecto de lunes a viernes uniendo sus viviendas con las oficinas ubicadas en Rawson.

Pero además de esto, y producto de la política que encaró el actual intendente Adrián Maderna, la ciudad viró hacia lo que se conoce como "economía social" que, si bien en un principio sirvió para contener a una masa de emprendedores, derivados de la falta de trabajo estable, para nada ayudó a Trelew a encontrar ese perfil productivo que tanto está necesitando. 

Hubo un exponencial crecimiento de movimientos sociales, ferias barriales y actividades que no generan ingresos económicos suficientes para que la ciudad pueda salir a flote. 

El turismo como una salida 

Trelew necesita imperiosamente encontrar un perfil de ciudad y desarrollarse en ese sentido para poder, al menos, transitar el camino que otras localidades ya encontraron. Las vecinas comunidades de Puerto Madryn e incluso Gaiman y Dolavon han avanzado en ese sentido y sobre todo crecido en esa dirección. 

Por eso la actividad del turismo es vista por el intendente electo, Gerardo Merino, como una de las puertas de salida a la acuciante situación que atraviesa la ciudad.

Trelew tiene con qué resurgir en ese sentido. Ubicada en un lugar estratégico de la geografía chubutense, la ciudad cuenta con un aeropuerto internacional al que hace poco se le amplió su pista de aterrizaje y una variedad de sitios históricos. 

Pero además está el Museo Paleontológico "Egidio Feruglio" que está en su fase final de ampliación y que convertirá a la ciudad en la sede del que será el museo más grande de Latinoamérica en su tipo. Y donde se podrá apreciar al Patagotitan Mayorum, la réplica del segundo dinosaurio más grande del mundo, montado a partir de los fósiles hallados en tierra chubutense.

Su inauguración crea expectativas para el movimiento económico que tanto necesita la ciudad, porque eso marcará la llegada de científicos, paleontólogos y turistas internacionales y por ende movimiento en la hotelería y gastronomía, entre otros servicios. 

Por eso hay entusiasmo y mucho. Inclusive ese entusiasmo se vive a una cuadra del museo en las mesas de la confitería del histórico Hotel Touring inaugurado en 1926, un sitio que además fue testigo de las andanzas del legendario bandolero Butch Cassidy y por donde pasaron míticos personajes como Antoine de Saint Exupéry, el autor de unos de los libros más lindos del mundo: "El Principito". 

El doble desafío de la política

La ciudad se apresta a cumplir sus 137 años de vida y la dirigencia política sabe que tiene un doble desafío por delante. El primero, claro está, es rescatar a Trelew de la situación de letargo en la que se encuentra. Servicios básicos que están colapsados, contratos de concesión que están vencidos, falta de empleo genuino e inseguridad, son parte de la triste radiografía actual del "Pueblo de Luis". Una situación que la hemos abordado en esta columna más de una vez. 

Y el segundo tiene que ver con la obligación que esa misma dirigencia política tiene de estar a la altura de las circunstancias. 

Trelew fue cuna de figuras protagonistas por años de la política tanto local, como provincial y nacional. Desde la recuperación de la democracia, la ciudad aportó tres gobernadores: Atilio Viglione, Carlos Maestro (en dos oportunidades) y Mario Das Neves (tres gobiernos). Y ahora esa oportunidad la volverá a tener un trelewense: Ignacio "Nacho" Torres. 

La llegada del joven gobernador electo permite entonces pensar que habrá "aires nuevos" y una necesaria renovación no sólo de caras sino de formas de hacer política. Y esa parece ser la senda que Trelew eligió el 16 de abril pasado cuando votó como su nuevo intendente a Gerardo Merino.

La tarea no será fácil, pero tampoco imposible. Porque Trelew tiene todo para poder resurgir.  

De lo que no hay dudas es que el 10 de diciembre comenzará una nueva etapa en la ciudad en la que no hay margen para errores. El futuro intendente lo sabe y el gobernador electo también. 

Felices 137 años, Trelew.