La historia de Andrés Giacomone, el platense de 43 años que, desde marzo, será el nuevo ministro de la Corte de Chubut
Su pliego se tratará el 27 de febrero y le sobran votos para llegar a la mayoría especial. Será uno de los ministros más jóvenes de la historia. Perfil particular: el único soltero, sin hijos, escribano y especialista en Derecho Público dentro del STJ. Se convertirá en el quinto ministro nuevo en un plazo de tres años.
Entre diciembre de 2021 y marzo de 2025, el Superior Tribunal de Justicia habrá renovado cinco de sus seis integrantes. La corte de Chubut está viviendo un acelerado proceso de recambio en un lapso de 3 años y 3 meses, una metamorfosis que se completará cuando a fines de febrero, la Legislatura apruebe el pliego de Andrés Giacomone.
El primer dato es el anticipo político: Giacomone, cuyo nombre fue propuesto por el gobernador Ignacio Torres en diciembre, tiene de sobra los votos para la mayoría especial que requiere la Constitución, y no tendrá inconvenientes en ser designado. Esto obedece a su historia reciente y sus aceitados vínculos con todo el arco político, que conforman el segundo dato de esta columna: su perfil, su formación académica, su historia personal y laboral.
Hace 14 años atrás, Giacomone era un absoluto desconocido en la zona, ya que era un funcionario de la gestión del gobernador Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. Las vueltas del destino -y del amor- lo trajeron a Trelew en 2011, para convivir con una novia oriunda del valle, en una historia que después no tuvo continuidad.
Sin embargo, el joven que en ese entonces tenía apenas 31 años, ganó el concurso para ser titular desde 2012 de un Registro del Automotor en la zona, y no se fue más. En una década, su carrera fue meteórica, contando con un gran bagaje académico, saltó de lo privado al ámbito político, sin mediar ningún tipo de presencia en el Poder Judicial.
La información que quizás haya sido clave en ese período, fue un vínculo parental lejano con Cristina Kirchner. Un tío que era pareja de la hermana de la ex presidenta, y la cercanía del joven abogado platense con ese espacio -que injustamente le valió el mote de camporista, a pesar de no haber militado jamás en ningún partido o agrupación- fueron un trampolín para llegar a la Fiscalía de Estado en 2020, en un cargo que hoy todavía ocupa habiendo pasado ya dos gobernadores y dos acuerdos legislativos.
Hay unanimidad en el ambiente del poder de Rawson en definir a Giacomone como alguien muy hábil e inteligente, que prácticamente no generó enemigos en la arena política y supo acercar a cada gestión -una del Chusoto, la otra del PRO- las herramientas legales necesarias para ejecutar las políticas públicas que se le fueron pidiendo.
A tal punto que, siendo un engranaje clave de la “mesa chica” del gobierno de Mariano Arcioni, Giacomone supo ganarse la confianza de su sucesor, Ignacio Torres, con ejemplos concretos en la práctica y apoyos políticos fundamentales, entre los que se cuentan el actual ministro de Economía, Andrés Meiszner, el operador judicial y ex fiscal de Estado, Diego Martínez Zapata, y buena parte del bloque peronista en la Legislatura.
Seguramente esta semana ingresará oficialmente el pliego a la Legislatura con todos los antecedentes de su curriculum, con muchos apoyos -figuras del ámbito judicial provincial y nacional, varias universidades- y algunas voces opositoras -Red de Mujeres para la Justicia por el tema género, y el Colegio de Abogados de Puerto Madryn-, luego de haberse cumplido con el plazo de publicación de un mes que marca la ley.
Cumplido este paso, a fines de febrero se convocará a una sesión especial para que responda un cuestionario elaborado por la Comisión de Asuntos Constitucionales, y luego la Cámara tratará su pliego. Si no median inconvenientes, en marzo estará jurando como nuevo ministro del STJ. Por eso, es el momento indicado para conocer a fondo quién es Andrés Giacomone.
Un platense en Chubut
Andrés Giacomone, nació en la ciudad de La Plata el 3 de julio 1981; hincha de Estudiantes, es el segundo de cuatro hermanos y sus padres vienen del ámbito de la medicina. Tiene 43 años, es soltero, y no tiene hijos, lo que de llegar al STJ, lo convertiría en el único de esa “especie”, ya que Mario Vivas, Camila Banfi, Ricardo Napolitani, Silvia Bustos y Javier Raidan son padres.
El otro dato que distingue a Giacomone de sus futuros colegas de la corte, es su título de escribano y su especialización en Derecho Público -Constitucional. Tributario, Administrativo-: se recibió de abogado en la Universidad Católica de La Plata en el año 2007, y luego obtuvo el título de Escribano por la misma universidad con medalla de honor en 2018. Su formación se completa con un Magister en Derecho Administrativo por la Universidad Austral.
Hace 14 años ejerce la docencia universitaria: dentro de la UNPSJB, es docente de grado en Derecho Administrativo y en Derecho Constitucional; Codirector de la Especialización y de la Maestría en Derecho Administrativo.
Además, en la misma universidad patagónica fue docente de posgrado en la Especialización y en la Maestría en Derecho Administrativo; también fue docente de posgrado en la Especialización en Derecho Administrativo de la Universidad Católica de La Plata; y docente de Posgrado en la Especialización de Abogacía Pública de la Procuración del Tesoro de la Nación.
Es autor de artículos de doctrina relacionados con el derecho administrativo y con el derecho constitucional, y su curriculum enumera disertaciones en jornadas y simposios relacionados con la materia.
Sus antecedentes laborales comienzan en 2008, como funcionario del entonces gobernador bonaerense Daniel Scioli: primero a cargo del Departamento de Relaciones Institucionales de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires (año 2008); luego funcionario en el Instituto Provincial de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires (año 2008- 2010).
Ya en Chubut, fue encargado por concurso del Registro Automotor de Trelew N° 3 (2012-2019), y en 2020 -39 años recién cumplidos- fue propuesto por Mariano Arcioni como Fiscal de Estado, logrando el acuerdo legislativo en la anterior Cámara, que fue renovado en diciembre pasado por la actual Legislatura, a propuesta del nuevo gobernador, Ignacio Torres.
Entre sus antecedentes, Giacomone fue Secretario del Colegio de Abogados de Trelew (2019-2020); Coordinador de la “Subcomisión del Proceso Contencioso Administrativo”, en el marco de la Reforma Procesal Civil y Comercial; y además fue el ideólogo e impulsor -luego primer director ejecutivo- de la Escuela de Abogadas y Abogados de la Provincia del Chubut.
También su currículum indica que fue presidente de la Asociación de Derecho Administrativo de Chubut (A.D.A.CH.); y miembro del Consejo Asesor del Grupo de Investigación Interdisciplinario de Sociología Política, dentro de la UNPSJB.
Vínculos políticos
El repaso anterior muestra que Giacomone no registra ningún paso por el sistema judicial -al igual que Raidan y Bustos- pero en cambio su perfil acredita una basta formación académica, con dos títulos de grado y un magister, así como mucha experiencia en el ámbito de la docencia universitaria.
Lo que su curriculum no dice, y en nuestro caso podemos agregar, es la habilidad política mostrada en el ejercicio del cargo de Fiscal de Estado que mostró en los últimos cuatro años, lo que es el hándicap que le valió la nominación.
En todo este tiempo, le ha tocado ir innumerables veces a la Legislatura a discutir proyectos de ley con diputados oficialistas y opositores, e incluso tiene sus mayores apoyos en figuras que lo conocen muy bien hace tiempo en el bloque de Arriba Chubut, como Juan Pais, Vanesa Abril y Emanuel Coliñir.
Giacomone trabaja codo a codo con Andrés Meiszner, quien convenció en su momento a Torres de darle una oportunidad, que aprovechó con creces: fue clave en las demandas ganadas en primera instancia ante el gobierno de Javier Milei en los peores momentos, en causas como los subsidios al transporte y la más conocida, el freno al débito de la coparticipación por la deuda del Fondo Fiduciario.
También es autor de otras tres demandas vigentes ante Nación, como la obra de la ruta 40 y el reclamo por la participación en la concesión de Hidroeléctrica Futaleufú y el reclamo por los fondos de Ganancias retenidos en épocas del ex ministro de Economía, Sergio Massa.
El pliego necesita 18 votos para ser aprobado y el “poroteo” previo, sumando oficialismo y muchas manos de la oposición justicialista, da largamente más de 20 manos a favor. En caso de ser aprobado, se sumará a un STJ que desde abril tendrá la presidencia de otro recién llegado, como Javier Raidan, y la nueva metodología aprobada a fin de año, de una sala única.
Esto significa que desaparece la especialización discriminada hasta aquí en Sala Penal y Sala Civil, y tal como reza la ley promulgada en el Boletín Oficial, “el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia del Chubut estará integrado por SEIS (6) ministros que actuarán en Sala Única” y desde ahora “el Tribunal emitirá sus fallos en sentencias definitivas con el voto individual, fundado y coincidente de la mayoría simple de sus integrantes”.
De este modo, la llegada de Giacomone se dará con una corte renovada y un cambio de funcionamiento en marcha: con el cambio de perfil de los integrantes, fue cambiando la manera de trabajar.
Se cierra una etapa que había comenzado en el primer gobierno de Mario Das Neves en 2006, cuando ampliaba al doble el STJ con dos salas, e impulsaba la llegada entre otros de Alejandro Panizzi (junto a Jorge Pfleger y Pedro Cortelezzi), el único sobreviviente que todavía quedaba de aquella época, que debió renunciar a la fuerza hace dos meses, acosado por pedidos de juicio político.
Las vueltas de la vida marcan que el lugar de Panizzi será ocupado por otro abogado de 43 años, la misma edad que él tenía al asumir, siendo ambos los más jóvenes de la historia. Todo un dato que cierra el círculo y abre un nuevo período que buscará cambiar la cara de un Poder Judicial que necesita acoplarse a los nuevos tiempos.
