Por decreto, el Gobierno desregulará el transporte marítimo: ¿Cuáles serán los cambios?
La medida que se anunciará en los próximos días, promete cambios significativos en el sector. Además, genera expectativa y rechazo entre los gremios marítimos.
Por decreto, el Gobierno desregulará el transporte marítimo. La medida que se anunciará en los próximos días promete cambios significativos en el sector. Además, genera expectativa y rechazo entre los gremios marítimos.
Cabe recordar que el pasado miércoles 26 de marzo, también se conoció otra desregulación en el sector turístico dentro de los parques nacionales.
Con respecto al transporte marítimo, la modificación permitirá que buques y tripulaciones extranjeras participen en el transporte marítimo dentro del país, lo que implicará la pérdida de la exclusividad que hasta ahora tenía la Marina Mercante.
El impulso de esta iniciativa proviene del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger, junto con la Agencia Nacional de Vías y Puertos Navegables, encabezada por Iñaki Arreseygor. Desde el Gobierno aseguran que la medida busca reducir las barreras burocráticas y fomentar una mayor competitividad en el sector, lo que se traduciría en más actividad económica.
Con la desregulación, se permitiría que los buques extranjeros operen en el cabotaje nacional por hasta 180 días, con la posibilidad de renovarse, lo que facilitaría la llegada de embarcaciones de otras naciones sin que se exija su registro en Argentina. Además, se eliminaría la obligatoriedad de contratar tripulantes argentinos, lo que ha generado preocupación en los sindicatos, ya que esta decisión podría impactar en la cantidad de empleos nacionales.
El decreto también otorga libertad a las empresas para contratar tripulantes de cualquier nacionalidad, siempre que estos estén habilitados como personal marítimo o fluvial. No obstante, esta posibilidad solo se activaría si se demuestra que no hay tripulantes argentinos idóneos disponibles para cubrir los puestos.
Asimismo, el decreto contempla que los propietarios de buques registrados en el Registro Nacional de Armadores puedan solicitar el cese de bandera provisional para sus embarcaciones, permitiendo que estas se registren bajo banderas extranjeras sin ser consideradas como exportaciones. Esta medida estará limitada a los buques con una antigüedad menor a 20 años, excluyendo a aquellos afectados por la pesca.
La reforma tiene un alcance de hasta diez años, con posibilidad de un reingreso automático sin costos adicionales. Además, otorga tratamiento de bandera nacional a buques extranjeros arrendados sin tripulación, un aspecto que también ha generado debate sobre sus implicancias laborales y comerciales.
Uno de los puntos clave del decreto es que la navegación marítima será considerada un servicio esencial. Esto significa que, en caso de huelgas o conflictos laborales, se deberá garantizar un porcentaje mínimo de operatividad en los servicios.
Por último, el decreto establece que los sindicatos podrán sugerir un listado de personal disponible en las bolsas de trabajo, pero las empresas tendrán libertad total para contratar al personal que consideren adecuado, sin obligación de seguir las recomendaciones de los gremios. Esta medida también deroga las normativas que limitan la libertad de contratación de las empresas.
Con información de TN, redactada y editada por un periodista de ADNSUR
